Por: Jorge Moctezuma
Se celebra cada 14 de julio, para reconocer y valorar el trabajo esencial que estos profesionales de la salud realizan en su día a día, especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Los auxiliares de enfermería asisten a médicos y enfermeras en diferentes lugares como hospitales, centros geriátricos o domicilios particulares, y realizan tareas de cuidado rutinarias y especializadas para el bienestar físico y mental de los pacientes.
Además, deben contar con vocación de servicio, responsabilidad, compromiso, habilidades comunicativas y capacidad de trabajo en equipo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 2021 como el “Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales”, para destacar la urgente necesidad de invertir en los trabajadores de la salud.
Uno de los retos de la profesión es conseguir que se reconozca su nivel formativo y su papel dentro de los equipos de enfermería.
Es importantes destacar, la diferencia entre un auxiliar de enfermería y una enfermera(o) es la formación que cada uno recibe y las responsabilidades que asume.
Los enfermeros tienen estudios universitarios de cuatro años y pueden especializarse en diferentes áreas de la salud, mientras que los auxiliares tienen un ciclo de Formación Profesional de Grado Medio de un año.
Los enfermeros pueden administrar medicación por cualquier vía, realizar pruebas de diagnóstico, preparar operaciones y aconsejar a los pacientes, entre otras funciones.
Los auxiliares se encargan de darles a los pacientes los servicios básicos que necesitan en su día a día, como el aseo, la alimentación, el cambio de postura, la toma de constantes vitales y la limpieza de materiales sanitarios, entre otras tareas.
Los auxiliares dependen del graduado en enfermería y siguen sus orientaciones.
Ambos forman parte del equipo sanitario y se ocupan del cuidado y la atención de los pacientes.
