Opinión

México necesita una presidenta

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Cuando todo parecía estar escrito en el escenario político actual, su nombre irrumpe con fuerza y le da un giro al guión de la historia, asumiendo un rol protagónico y muy incómodo para muchos.

Mientras Morena y sus partidos satélites siguen en su precampaña, la «oposición» continúa en su letargo y el INE, por cierto, ¿en dónde está?, observa hacia otro lado. Xóchitl Gálvez Ruiz llamó la atención más de lo normal a raíz de su confrontación con el presidente, Andrés Manuel López Obrador.

En un primer episodio comenzó a manejarse la posibilidad de que la actual Senadora, fuera la abanderada de la oposición para buscar quitarle el control de la ciudad de México a los morenistas.

La propuesta resultó demasiado atractiva para muchos ciudadanos, provocando que políticas y políticos de todos los partidos, levantaran las cejas y comenzarán a preocuparse, para cierta tranquilidad de ellos ahora las circunstancias han cambiado.

Impulsada por un envión social inusitado, hora la indígena originaria de Tepatepec, Hidalgo, deshoja la margarita para ver si va por la CDMX o por todas las canicas y busca la presidencia de la república.

Desde «Ya sabe quién» y todas sus corcholatas, así como Marko Cortés y el resto de la flamante oposición, están intranquilos, aunque nunca lo aceptarán, del inesperado interés despertado entre el ciudadano de a pie por quien fuera alcaldesa de Miguel Hidalgo.

La única coincidencia entre la corcholata preferida del presidente López Obrador, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, es el género, después las diferencias son abismales, carisma y preparación son dos botones de muestra.

¿Llegará a ser candidata a la presidencia de México?, lo dudo mucho, solo basta ver a quienes dirigen al PAN, PRI y PRD, no están preparados para una candidata sumamente inteligente, preparada e irreverente.

Xóchitl Gálvez ha manifestado que está abierta a gobernar con ciudadanos más capaces que ella, luego entonces Cortés, Moreno y Zambrano no tendrían cabida en su equipo de gobierno, seguramente por eso la rechazan.

Durante años nos hicieron creer en una estampilla con la imagen de un indígena cuidando un rebaño y tocando la flauta bajo un árbol y que llegó a ser presidente de México.

¿Por qué ahora no visualizar a una mujer indígena, ejemplo de superación y éxito, como la primera presidenta de la nación?.

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