El Gobierno de México al reformar la Ley de Puertos le dio a la SEMAR todo el poder para el control y administración de las terminales marítimas, sin embargo, se han generado severos problemas en la logística nacional.
En el mundo del hombre camión no hay horarios, en todo caso solamente se cuidan de no circular por las zonas peligrosas del país durante la noche, pero cuando se trata de trabajar y rodar sobre la carpeta asfáltica el tiempo no es impedimento, mejor dicho no era problema hasta que la SEMAR tomó el control de la Administración Portuaria Integral (API), hoy identificadas como ASIPONAS (Administración del Sistema Portuario Nacional).
Lo que pasa es que hoy en ese afán de hacer más “competitivo y eficiente” el puerto concesionado entiéndase en lo que respecta a Tamaulipas las ASIPONAS de Altamira y Tampico, la Marina-Armada de México al tener un horario irrestricto de atención administrativa genera pérdidas millonarias a las empresas transportistas y a quienes tienen su cargamento al interior del Puerto.
Lo único seguro en la vida es la muerte, así que no sabemos si el tráiler que sale cargado o va a la ASIPONA por una mercancía se enfrentará con algún contratiempo en el camino y si llega después de las 18:00 horas ya no hay acceso al Puerto, es decir, la productividad puede que no se interfiera del todo, no, pero las pérdidas impactan directamente en la empresa transportista.
Y no sólo en la empresa para la que trabaja el camionero, lamentablemente la familia del hombre camión sufre que el hombre de la casa no va a llegar ni se va alimentar o hidratar, porque al interior de la ASIPONA no hay venta de taquitos sudados ni agüita de jamaica u horchata, no, y sus derechos humanos por un tema administrativo quedan atropellados.
Ojalá todo esto termine pronto y los consensos de la SEMAR con la iniciativa privada traigan buenos dividendos para México, las ASIPONAS, en el bien del nombre de la Secretaría de Marina Armada de México, pero sobre todo en el bienestar de los transportistas y la dinámica económica del país.
En la intimidad… bueno, dejemos de lado la rudeza y las panzotas del hombre camión para felicitar a la Lic. Bertha Gastélum Cárdenas, presidenta y directora general de la Universidad Valle del Bravo, que convirtió el Campus Tampico en un nuevo “Punto Rosa” y se convirtió en la primera escuela al servicio, protección y resguardo de la mujer en peligro.
La UVB en coordinación con el Instituto de la Mujer Tamaulipas, el DIF estatal y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Tampico que preside la Sra. Aída Feres de Nader, abrió la brecha para la instalación de más puntos rosas en la zona metropolitana del sur de Tamaulipas.
A ver… esto es en seguimiento a las instrucciones del gobernador Américo Villarreal Anaya y de acuerdo a las políticas públicas sobre la erradicación de la violencia de género, por eso es que la doña Dianaluz Gutiérrez González anda tan activa, eso sí, tiene que apurarle porque para el mes de agosto debe alcanzar los más de 500 “Puntos Rosa” en Tamaulipas.
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