Aunque suene extraño la realidad así lo demuestra, existen en el país dos tipos de calor, el que azota a la mayoría de los mexicanos y el que padecen los funcionarios de gobierno.
En las últimas semanas los termómetros registran números que seguramente harían sonrojar al mismo demonio aquí en la tierra.
Los científicos dieron a conocer la llegada no de una, ni dos, sino de tres olas de calor que prendieron las alarmas del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), declarando «estado operativo de alerta» por la demanda de electricidad a raíz de las altas temperaturas.
Los estragos del golpe de calor no se hicieron esperar y empezó a galopar a lo largo y ancho del país como figura apocalíptica
El tipo «A» de calor pega a las clases más necesitadas y vulnerables, también a estudiantes de escuelas públicas y qué decir del personal médico y de los pacientes.
El caso del personal del hospital «Carlos Canseco» y seguramente otros en México, reflejan el colapso del sector salud, alejado años luz de Dinamarca.
Sin clima para funcionar como se supone debe el área médica, mientras que los familiares de los pacientes tienen que llevar los abanicos de sus hogares, así son los días más recientes.
Mientras el tipo «B» de calor es el de la negación, «no hay problema», «todos mis movimientos están fríamente calculados», «no hay apagones en el país», «tenemos reservas».
Las altas temperaturas tampoco las sufren las autoridades de Tamaulipas, acaban de comprar 22 nuevas camionetas Suburban y Tahoe en una operación por 63 millones de pesos, seguro el clima les funciona al cien.
Mientras tanto el grueso de la ciudadanía sufre, además de la indolencia de sus gobernantes, problemas de salud y en algunos casos la muerte.
Todo parece indicar que una vez más las autoridades responsables de atender el tema de salud, de suministro de energía eléctrica y de velar por la seguridad de alumnos y maestros han sido rebasadas.
Quedan dos noticias, la buena es que termina la tercera ola de calor, la mala es que las temperaturas seguirán por arriba de los 40 grados en gran parte del territorio nacional.
