Hoy lunes inician campaña las corcholatas en busca de lograr ser la Delegada (o) nacional para la defensa de la transformación o lo que es lo mismo, ser la candidata (o) de Morena a la presidencia de la república en el 2024, en donde el proceso no será nada edulcorado a diferencia de lo esperado.
Basta ver cómo en los últimos dìas la esencia beligerante de las políticas y políticos ha salido a la luz, como muestra bastan dos botones, el primero el berrinche en forma de reclamo de Claudia Sheinbaum hacia Alfonso Durazo, por los gritos infames y sin fundamento de “piso parejo”.
El segundo y más subido de tono fue el de la exdirigente nacional, Yeidckol Polevnsky al no poder registrarse en la contienda, “Una mujer que se niega a que otra mujer entre, una mujer que se niega a que sea paritario, pues ¿qué nos espera?. Me parece total y absolutamente incorrecto”, dijo en relación a las palabras de la corcholata preferida.
A pesar de las buenas intenciones y deseos positivos por parte del presidente, Andrés Manuel López Obrador y del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado por desarrollar un proceso terso y sin complicaciones, es inevitable lo que se avecina, 70 días de golpes bajos, ataques y todo tipo de acciones para desacreditarse unas a o otros.
Pero además de lo anterior, qué van a ofrecer Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, estos dos últimos como representantes de partidos satélites de los morenistas, a la ciudadanía.
Tienen la obligación, si es que pueden, de hablar con la verdad, ser transparentes en su pasado reciente, ir más atrás sería sumamente complicado, si en verdad son independientes y no tienen algún cordón umbilical hacia “ya saben quién”, que lo demuestren debatiendo o contrastando ideas, ¿tendrán el valor?.
Quienes han mostrado pequeñas intenciones de buscar a los “medios malditos”, cualesquiera que sean, son Ebrard y Monreal, esperemos lo cumplan por el bien de su trayectoria política y del proyecto morenista, la Opinión Pública ha cambiado y no es lo mismo para los aspirantes moverse fuera de la zona de confort que representa el presupuesto.
El fin una vez más justifica los medios, total, solamente pelean por la candidatura a la presidencia de México, que gracias a una oposición débil y dividida, parece que ya tienen en el bolsillo.