A mediados de la década de los setentas pasar por los estanquillos y darle una hojeada a las historietas infantiles, periódicos y revistas, era una actividad muy normal, hasta que el encargado te fustigaba con sus ojos de pistolero.
En aquella época recuerdo una revista sensación de todas y todos, «Lágrima, risas y amor», original de Yolanda Vargas Dulché, su contenido ya lo imaginaran, destilaba romanticismo en la mayoría de sus entregas.
El título de la publicación me cayó como «anillo al dedo», dijeran por ahí, en días recientes por el ambiente generado alrededor de la administración estatal y los sueños del exgobernador panista, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Lágrimas
“Provocaron que el presupuesto de la Secretaría alcanzara un déficit de 234 millones de pesos», indicó la titular de Educación en Tamaulipas, Lucía Aimé Castillo Pastor.
A su vez, el encargado de la política interior del estado, Héctor Joel Villegas Gonzalez, exclamó, «nos dejaron un tiradero».
En el mismo sentido, el Secretario de Obras Públicas, dijo «En muchos casos se otorgaban trabajos a empresas de reciente creación, sin experiencia técnica, profesional y sin la capacidad financiera».
Si bien expusieron otros datos, el común denominador de los funcionarios estatales, fueron las acusaciones y lamentos contra los que se fueron.
Risas
Es lo que provoca en un amplio sector de la sociedad tamaulipeca y del país, el interés, nada nuevo, del exmandatario blanquiazul, Cabeza de Vaca, por subir un peldaño más en su carrera política, todo hace suponer busca la grande.
Sin embargo aún sus correligionarios y diferentes sectores políticos, sociales y económicos, guardan recuerdos nada gratos de la prepotencia y soberbia ejercida durante su sexenio.
Las risas también pueden ser causadas por otros temas, como lo son la Seguridad Pública y las finanzas, en ambos casos el sexenio de los vientos del cambio, no salió bien librado.
Como toda novela rosa, esperemos la historia de Tamaulipas, tenga un desenlace feliz y lleno de amor.
Al menos alejada de los lamentos de los funcionarios estatales y de las risas generadas por el sueño del exmandatario blanquiazul.
