Nos va a sobrar vida para criticar los errores del gobernador. Nos sobrará tiempo para subrayar las fallas de su gabinete… y papel tendremos de sobra para enlistar todos y cada uno de los momentos fallidos de su administración. Y no me refiero propiamente de Américo Villarreal Anaya, no, estoy hablando de todos y cada uno de los mandatarios tamaulipecos que han tenido la dicha y los que tendrán la honra de rendir protesta como jefes del ejecutivo estatal.
Por lo pronto, hoy Tampico celebra 200 años y estamos de fiesta, y las festividades del bicentenario se han disfrutado como en los mejores tiempos de la ciudad, como cuando era el paraíso de México, incluso hasta de los grandes capos del narcotráfico. Sí, hoy Tampico, Tamaulipas, es otro, dicen unos que brilla, otros manifiestan que está pactado ¡que va! Tampico cumplió 200 años de su fundación y es un privilegio, un honor ser tampiqueño de nacimiento o por adopción.
Es tiempo de agradecerle a todos, de reconocerles según como nos haya ido en la feria, ya sé que no debemos olvidar la crisis de inseguridad, entiendo que en cualquier momento puede emerger el monstruo bélico, pero aún a la distancia y con el paso del tiempo es momento de reconocerle a Egidio Torre Cantú durante el sexenio de Enrique Peña Nieto que se haya sentado a la mesa con las fuerzas federales y policías locales para mirarse a la cara y decirse una que otra realidad en las reuniones del Grupo de Coordinación Tamaulipas.
Yo sé que pocos estarán de acuerdo en reconocerle a Egidio, pero es la fiesta de los 200 años, es el momento de ser agradecidos como también hay que aceptar lo hecho por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, su estrategia, su modo broncudo y peleonero para hacerle frente y encarar a los violentos. Él continuó con las reuniones del gabinete de seguridad, lo que estaba arreglado no lo descompuso y terminó de entregar sus avances como mandatario estatal, tan así que ahora se siente con la confianza de difundir el hashtag #MéxicoConCabeza.
No haga gestos, tampoco pele los ojos ni tuerza la boca, Américo Villarreal Anaya ya tiene su mérito bueno o malo según lo que usted considere, pero hoy es el gobernador y le tocó cosechar lo sembrado por sus antecesores; el fruto de lo anterior se notó este martes por la noche en las ‘mañanitas’ a Tampico, y durante la ceremonia donde entregaron la presea al licenciado Dorantes, como en el concierto mágico del tenor Fernando de la Mora ¿qué cree? No hubo necesidad de sitiar la ciudad con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional o de la Marina-Armada de México, no, hoy no fue necesario poner arcos detectores de metales ni de armar un operativo con binomios caninos especialistas en la detección de explosivos, tampoco existió la necesidad de ubicar francotiradores en los edificios para “cuidar” a los representantes del pueblo ¡NO!… lo que sí, es que se notó el nuevo brillo de Tampico, un poquito más dorado.
En la intimidad… Por cierto, el Dr. Américo pidió acabar con el estigma del Tamaulipas inseguro, dijo en una entrevista que Tamaulipas está dentro de las 10 entidades más seguras de México, subrayó que los tamaulipecos no han sido descobijados por las fuerzas federales ante la ausencia de SEMAR y SEDENA durante los eventos públicos de los festejos del bicentenario, pero hizo énfasis en no perder la esperanza de seguir avanzando en la percepción de seguridad. Para terminar, pidió confianza a los ciudadanos.
davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608