Víctor Hugo Martínez Ramírez
La presencia de las mujeres en cargos y ocupaciones importantes para el desarrollo de la comunidad es cada vez mayor, pero además de alcanzar nuevos espacios sus aportaciones son de gran trascendencia en la vida del país y del estado.
Es así como se abre la posibilidad de que una mujer, en este caso la maestra Cecilia Robles Riestra, obtenga la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sección 30.
Lo anterior podría ser un «proceso normal» sin embargo es doblemente importante si se toma en cuenta que otra mujer, Lucía Aimé Castillo Pastor, ocupa la Secretaría de Educación, lo que vendría a darle un enfoque más sensible al tema educativo en la entidad.
Una de las necesidades más apremiantes en la entidad tamaulipeca es elevar la calidad de la educación en los diferentes niveles, estancada por años y recientemente más por la crisis sanitaria su atención es un foco rojo.
A pesar de lo anterior que dos estudiosas de la enseñanza hablen el mismo lenguaje entre es de antemano un factor positivo y que puede dar mejores resultados.
Construir puentes de entendimiento es indispensable, pero sobre todo es imperativo proponer acciones y planes no solamente de infraestructura, si no también para actualizar el perfil de los docentes.
Si bien es cierto el magisterio ha sido señalado y objeto de severas críticas, en la actualidad se abren espacios para la transformación de esa imagen y poder así democratizar una de las organizaciones sindicales más importantes de México.
De entrada es necesario respetar obligaciones como el pago de salarios y prestaciones al magisterio, porque solamente en condiciones de estabilidad se puede alcanzar un mejor desarrollo para los docentes, es decir, crecer en mejores condiciones laborales.
En efecto no se puede hablar de un nuevo rol de la mujer en el aspecto sindical, pero si se abre la oportunidad para que cuadros con experiencia y comprometidos poco a poco avancen en la búsqueda de posiciones destacadas.
Es latente que la responsabilidad de mejorar el nivel educativo del presente y futuro de los tamaulipecos quede totalmente bajo el mando de dos mujeres, la decisión final está ahora en manos de maestras y maestros de la sección 30 del SNTE.
