El nacional mexicano Eugenio Javier Hernández Flores, alias «EL JEFE» o alias «VIKKI», de acuerdo al Tratado de Extradición entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América fue notificado de que los norteamericanos pretenden procesarlo ante la Corte Federal de Distrito para el Distrito Sur de Texas, únicamente por el Cargo Uno, de presunta asociación delictuosa para cometer lavado de dinero. Y entonces su vida cambió rotundamente.
Para ser más precisos, fue en febrero de 2017 cuando EUA comenzó el trámite, de eso hace ya cinco años, su captura en octubre de ese mismo año hasta pareciera que fue un acto en su contra, pero de no haber sido así los güeros lo hubieran capturado fuera de México y trasladado de inmediato, corrió con suerte de ser aprehendido en su tierra y con su gente, en su moto, pero fue hasta el 16 de marzo del 2018 que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a cargo de Luis Videgaray Caso, concedió la extradición del ex mandatario tamaulipeco.
Tengo muchos cercanos al güero de los ojos lindos, infinidad de amigos y amigas que leen la pronta puesta en libertad del ex gobernador y se emocionan, pero terminan el día y caen aún más en su depresión al enterarse de que seguirá tras las rejas, y así será por un tiempo indefinido, lo peor es que podría seguir encarcelado hasta el 2025. Ahora le explico…
Bueno, primero que nada usted debe separar los asuntos locales por los que Eugenio está en prisión y el tema de la extradición que es un embrollo netamente federal. Ahora, partiendo de allí ya podrá entenderlo todo.
El primer grupo de defensores de Eugenio Javier interpuso un Amparo de Revisión ante el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal y del Trabajo, de Ciudad Victoria; esto quiere decir que ellos determinarán si se concede o no el amparo y protección de la justicia federal, es decir, definirán desechar la decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores de haber concedido la extradición del tamaulipeco o acatan la decisión del Gobierno Federal a través de la SRE.
¿Hasta ahorita va entendiendo? En el Consejo de la Judicatura aún no hay fecha para tomar una decisión sobre ese Amparo, es más ni hay fecha para debatir el tema, eso es lo que necesita Eugenio, y luego que se resuelva a su favor, se lo juro, eso es lo realmente importante.
Los temas locales se pagan con cuotas políticas, con votos, con liderazgos en territorio a disposición de la operación política en favor de Morena; por supuesto, que esos supuestos delitos que le “sembraron” se limpian con allegados y fieles a Eugenio Javier al servicio de la Cuarta Transformación, pero eso es lo de menos, así muchos políticos, no es el tema, lo importante es que usted comprenda que para ver en libertad a Eugenio, insisto, primero el Tribunal Colegiado en Materia y del Trabajo debe emitir su fallo, y esto puede tardar un buen.
Para que se dé una idea, ¿se acuerda de la francesa supuestamente secuestradora Florence Cassez?, bueno, a ella le tardaron hasta siete años en emitir el fallo que la dejó en libertad y le permitió ser extraditada a su país natal; algo así con Eugenio Javier Hernández Flores a quien el Gobierno de los Estados Unidos de América tiene bajo el alias de «EL JEFE», o «VIKKI», primero que nada, el tribunal debe agendar su asunto, después ponerlo a veredicto y tomar una decisión, nada está escrito.
Siga con sus oraciones, y no es broma, sólo no quiero que le sigan viendo la cara diciendo que ‘en breve’, ‘en unas horas’, o que ‘ya va salir’, pues no es juego, se trata de la libertad o enjuiciamiento a una persona de quienes algunos se están burlando, pero hay otros que sufren con tanto y tanto, pues sólo les dicen que ya va a salir libre, pero no les dicen cuándo.
En la intimidad… Bueno algo positivo se vivió ayer en la celebración del 35 Aniversario del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas y las Huastecas, que como en el hogar de todos ellos y en el mío que es de ustedes, manda la señora, y al menos que algún valiente de estos me desmienta, el gobernador Américo Villarreal Anaya dejó claro que será él quien mande -al menos al salir de su casa-que no va a ser su hijo “Ameriquín” o la presidenta del DIF, ni el general Audomaro, titular del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), no, Villarreal Anaya se abrió ante el grupo de empresarios valientes que le hicieron frente a la inseguridad de años atrás, y dijo abiertamente que es él el gobernador: “Asumo frente a ustedes la responsabilidad de proteger, de cuidar y defender lo que se ha construido aquí con tantas generaciones; generaciones que han sido heroicas y responsables. Ahora nos toca a nosotros y quiero decirles que como gobernador de Tamaulipas he asumido totalmente la responsabilidad que la Constitución me señala en materia de seguridad, su seguridad es una tarea en la que me aboco diariamente”, sentenció Américo Villarreal Anaya.
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