El Senador tamaulipeco Américo Villarreal Anaya está rodeado de gente que lo quiere poco o nada y seguramente muchos de sus allegados, no son tamaulipecos. Américo, tiene fuero, tiene licencia y nunca podría ser aprehendido por ningún motivo, lo que le ordenaron que dijera, es un dicho estulto.
Entonces, malamente asesorado el candidato que según los votos resultó ganador del pasado 5 de junio siguió diciendo sandeces. Agredió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), vinculándolos a esa “agenda oscura y maquiavélica”, orquestada por Francisco Javier García Cabeza de Vaca gobernador constitucional del estado libre y soberano de Tamaulipas.
Caramba, entonces, ¿Cabeza de Vaca opera y tiene tentáculos más allá de Tamaulipas? ¿Acaso el nacido en Reynosa ya le dijo a los Magistrados que fallen a favor de la anulación de la elección?
¿El senador sabe que le van anular la elección, por eso lee que el TEPJF forma parte de la agenda oscura y maquiavélica de Cabeza de Vaca en contra de la familia Villarreal Santiago?
Que triste para Tamaulipas. Por un lado un gobernador que no logra salir del todo airoso de un escándalo tras otro -mediáticos pero al fin escándalos – y por el otro, un guinda senador victimizándose, diciéndose perseguido no sólo por el ejecutivo estatal, sino también por los tribunales electorales; que triste para nuestro estado.
Si de ese tamaño es el gobernador entrante y así de complicado deja todo el saliente… ¡que desaparezcan los poderes de Tamaulipas y gobierne la entidad algún enviado del Almirante Secretario José Rafael Ojeda Duran, titular de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR).
En la intimidad… A lo que deberían prestar atención los políticos tamaulipecos es a lo realmente relevante y buscar solución a temas como la no localización de los trabajadores de la construcción de la empresa «Grupo Constructor Madero SA de CV», reportados como desaparecidos en Nuevo Laredo.
Se trata de:
Cristian David Guajardo González, de 18 años, originario de Ciudad Victoria; Sergio Rodrigo de la Rosa Vázquez; 21 años de la capital tamaulipeca; José Manuel Urbina Infante, de 19 años, también victorense, Víctor Alfonso Crespo Cruz, de 36 años, nacido en el puerto de Tampico; Marco Antonio Sosa Torres de 45 años, Tampico y Gerardo Cornejo García de 47 años de Río Bravo.
Para eso si deberían estar buenos los políticos tamaulipecos, y no para los espectáculos vergonzosos que les gusta protagonizar.
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