En Chiapas, autoridades han detenido a cinco activistas acusándolos de asesinar a un policía, a pesar de que no hay pruebas en su contra.
Los cinco detenidos indígenas tseltales lideran la resistencia en contra de la carretera que unirá el tren maya y el corredor transistmico.
A pesar de no tener pruebas del acto, el presidente del comité de derechos humanos de la localidad de San Juan Cancuc y cuatro indígenas tzeltales más, fueron detenidos por la Fiscalía del estado desde hace cuatro días por homicidio calificado en contra de un policía.
Fue el pasado 28 de mayo, cuando se escucharon gritos que despertaron a los habitantes del barrio C´ani, de la cabecera municipal de San Juan Cancuc, en Chiapas, y al salir a la calle encontraron que en el fondo de un barranco se encontraba un policía municipal de San Juan Cancuc, identificado como Antonio Aguilar Pérez, mismo que se encontraba en avanzado estado de ebriedad.
Al verlo, los habitantes se organizaron para rescatarlo y entregarlo a sus colegas, siendo según se informa, que horas más tarde se reportó su muerte.
En el rescate participaron el presidente del Comité de Derechos Humanos San Juan Evangelista de Cancuc, así como cuatro compañeros suyos, todos indígenas tseltales, al igual que decenas de vecinos que ayudaron a sacar del acantilado al policía. Sin embargo las cinco personas mencionadas están ahora acusadas de asesinar al policía, aún sin que existan pruebas.
Los detenidos están acusados de homicidio sin que haya pruebas de que fue asesinado, ya que no existe una autopsia que comprueba la causa de la muerte del policía.
Grupos se reunieron frente al penal donde se encuentran los detenidos, para exigir la liberación de los hombres.
