Con la notable ausencia del candidato Américo Villarreal Anaya, senadores y diputados federales flanquearon a Claudia Sheinbaum Pardo y Cuitláhuac García Jiménez, para manifestar su total apoyo, respaldo y confianza al candidato de morena a la gubernatura de Tamaulipas.
La cuestión es que el gran ambiente del que hablan, es «de dientes para afuera», porque en realidad, no se percibe esa euforia en la mirada de esos notables y distinguidos morenistas de talla nacional.
Cuando en la rueda de prensa se les pone la bola “chiquita y al pie”, pidiéndoles un pronunciamiento dirigido al gobernador de Tamaulipas que aseguran ellos, tiene las manos metidas en la elección, Cuitláhuac y Claudia, Sheinbaum y García se hacen pequeñitos, se les olvida el nombre del gobernador panista Francisco Javier García Caneza de Vaca, el supuesto fundador de un régimen de corrupción, miedo y presión; eso dicen a las espaldas del mandatario, pero no se animan siquiera a mencionar su nombre. Parece que tienen miedo de dirigirse a él.
Claudia, prefiere cederle el uso de la voz a su par veracruzano que más lento, incluso, que el mismo tigre de Macuspana dice: “bueenooo deee parte eeeh creeeooo queeee deeebeeeemos ser respetuosos. Nosotros hemos actuado de esa manera, el presidente de la República lo ha hecho, en nuestro ámbito, los gobernantes nos hemos dirigido siempre con respeto a los colegas”, y entonces después de su temerosa intervención, le avienta la papa caliente al electorado, y al unisono-sí, sin la tilde de: unísono- el profesor dice “es un honor estar con el doctor”.
Terminó de hablar Cuitláhuac, Claudia no aplaude como todos, no pierde la concentración, pone los ojos de plato, toma aire y expresa pausada, a ritmo semi lento como una balada romántica a media madrugada: «como ciudadanos y como gobernantes, estamos obligados a cumplir la Constitución, y la soberanía popular es lo más importante y eso representa el respeto al voto popular; entonces con todo respeto por supuesto porque así debe ser”, no le dio para más a la morenista, a quienes sus adversarios dicen es la corcholata del presidente, sin embargo, ella dejó de lado la parcialidad y se pronunció sin mencionarlos, dirigió unas últimas palabras a Américo, Arturo y César: “Pero creo que el llamado es a respetar la voluntad popular, esa es una obligación de todas y cada uno de nosotros y más si somos gobernantes. Lo más importante es respetar este anhelo que se muestra todos los días en los distintos lugares de Tamaulipas, así debemos compararnos como gobernantes y como ciudadanos”, claro, por fin algo sensato.
Ojalá el domingo a la media noche, los equipos de campaña de Diez Gutiérrez, Verástegui Ostos y Villarreal Anaya recuerden estas palabras de la gobernador de la CDMX, porque a cómo van las cosas se avecina una segunda parte de la Guerra política, una sanguinaria disputa jurídico electoral post voto.
En la intimidad… Arturo Díez y César Verástegui podrían rebasar al Dr. Villarreal Anaya, si fuéramos estrictos como ciudadanos, eso debiera ser lo seguro el domingo 5 de junio, hoy no habría motivo alguno para entregarle la confianza al morenista.
No presentarse en el debate cuando se tiene una contienda electoral tan pobre de propuestas, es una afrenta grave a los votantes tamaulipecos, a la democracia y las prerrogativas partidistas que salen del dinero de cada ciudadano #TodoMalAVA
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