Vaya que la virgen de Guadalupe sí que quiere mucho a Cabeza de Vaca, el gobernador de Tamaulipas. Perseguido desde hace más de 10 años por presuntos delitos, desde lavado de dinero, vínculos con la delincuencia organizada y más recientemente acusado de espionaje a los hijos del presidente Andrés Manuel, Francisco Javier García por una u otra razón siempre cae bien parado.
Que si es infiltrado de las dependencias de seguridad norteamericanas en México o por lo que sea, el mandatario estatal sigue vigente y ahora montó su bunker para proteger su gobernanza de los adversarios políticos como lo hace cualquier jefe de Estado en defensa de su continuidad, de sus logros, su candidato y nuevos proyectos por venir, sólo que en esta ocasión Cabeza de Vaca no se encerró en Casa Tam, ubicada en la capital de Tamaulipas, para hacer lo que más le gusta, el mandatario se acuarteló en Tampico para operar la elección y nadie lo va a mover sin llevar al triunfo a César el Truko Verástegui.
Los más escépticos y menos creyentes dicen que es el tiempo, la razón y la justicia los factores que tienen libre y moviéndose como pez en el agua al gobernador tamaulipeco que con su sola presencia orilló a muchos a replegarse, mientras que otros se pusieron a trabajar, sin embargo, hay unos pocos que no terminan de entender que Francisco aunque siempre tiene una maroma, su robustecido equipo de colaboradores venido de diversas trincheras le da esa fortaleza.
“El Fisgón” monero Rafael Barajas, director del Instituto de Formación Política de Morena, le dedicó el día de ayer su caricatura a Cabeza de Vaca, en un Twitter el periodista escribió:
“Es necesario vigilar la elección de Tamaulipas. El gobernador @fgcabezadevaca está desesperado, tiene la cola muy larga y es capaz de cualquier cosa. En vez de estar en la gubernatura debería estar en la cárcel”, la publicación matutina posteada justo a las 07 horas con 02 minutos del 17 de mayo viene acompañada de un monito muy parecido al gobernador de Tamaulipas que habla a sí mismo:
“Ya no saben qué inventarme. Me acusan de lavado de dinero, de fraude fiscal, de fraude a la nación, de fraudes contra particulares…”, “pero eso yo lo puedo arreglar con un fraude electoral”.
La ilustración no podía venir sin ese logotipo del PAN a la altura del pecho del lado del corazón, con una corbata roja; sí, bien peinado, regordete como el mismo gobernador, teniendo esa caricatura más una apariencia de destape rumbo al 2024 y anunciando la derrota de Morena en Tamaulipas, pues a casi 20 días de los comicios ya hablan de un fraude electoral, hasta parece que ellos saben que este arroz ya se coció.
En la intimidad… Maravillado regresó a la Ciudad de México el senador Miguel Ángel Osorio Chong y compañía luego de su gira por la ciudad de Tampico y sur de Tamaulipas.
El pastor de los priístas en la Cámara alta se dio el lujo de disfrutar de la gastronomía, los lugares turísticos, el nuevo Recinto Ferial, y el más moderno de los mercados municipales de México, el de la ciudad de Tampico.
Osorio terminó con broche de oro comiendo en curricanes con Aníbal del Sol, algo así como un vicepresidente tampiqueño, y el represente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST), Iñigo Fernández Barcena, el anfitrión de lujo.
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