Durante el mes de febrero trascendió que Tite, actual seleccionador de ‘La Canarinha’, estaría cerca de dejar su cargo luego de terminar la Copa del Mundo Qatar 2022, solo faltaba la confirmación, misma que llegó en una charla con ‘Redaçao Sport TV’, de ‘Globo Esporte’.
Semanas antes, Juninho Paulista, coordinador de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), ya había dado indicios de lo que se acercaba durante una entrevista con el medio MARCA: «Sí, probablemente se vaya tras la Copa del Mundo», expresó el dirigente.
Aunque el objetivo principal es ganar el Mundial en puerta, en la CBF ya trabajan paralelamente con vistas al futuro. Los planes han tomado mayor cuerpo desde la llegada de Ednaldo Rodrigues a la silla de la presidencia del organismo a finales de marzo. Rodrigues se viene moviendo en distintas direcciones, una de ellas, encontrar al heredero del banquillo auriverde, con un candidato indiscutible por encima del resto: Pep Guardiola.
A través de miembros que aún no se han incorporado de manera oficial a esta nueva estructuración de la Confederación, pero que salvo a una sorpresa lo harán, se trazó una estrategia que incluía reuniones para acercar lo que inicialmente parecía un sueño inalcanzable: el ‘sí’ de Guardiola.
Con varias conversaciones de por medio y otras varias por delante, la oferta presentada sería de cuatro años, justamente hasta el Mundial 2026 con un sueldo que ronda los 12 millones netos, una cantidad muy elevada pero aun así por debajo de los 20 que percibe en Mánchester actualmente.
Tras la renovación pronunciada en noviembre de 2020, el estratega español tiene contrato con el City hasta 2023. Por ello, una de las principales dudas es si saldría este verano o esperaría al siguiente, pero en el cuartel general de Brasil, se ha vuelto imposible no ilusionarse.