Fue el pasado 18 de marzo de 2008 cuando el entonces presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa anunció la construcción de la nueva Refinería Bicentenario, gracias a Dios llegó Enrique Peña Nieto para cancelar el desfalco y robo a la Nación que ya oscilaba en los 9 mil millones de pesos.
Uno de los compromisos de Peña Nieto fue revolucionar el sistema de salud de México con 326 nuevos hospitales y unidades médicas, pero no lo consiguió, su sexenio quedó manchado por la corrupción.
Tan solo 160 construcciones fueron consideradas como riesgosas para los derechohabientes, y en el sur de Tamaulipas el “nuevo” Hospital Civil de Ciudad Madero jamás pudo ser terminado.
Llegó el sexenio de la esperanza, el mandato de Andrés Manuel López Obrador, el hombre en el que México confió. Para la desdicha el tabasqueño enloqueció; según hoy inaugura el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, Dios los agarre confesados; también se comprometió a construir el Tren Maya bajo un estricto respeto medioambiental, cosa que no cumplió, y de su descaro robo y corrupción alrededor de esta megaobra, mejor ni hablamos; también está la Refinería Dos Bocas, proyecto caro del obradorismo plagado de corrupción, sospechosismo y vínculos con Odebrecht que busca la independencia petrolera de México.
Con todos esos antecedentes históricos sólo nos hacen creer que el Dr. Raúl de León Escobedo, recientemente nombrado como director de la Facultad de Medicina “Dr. Alberto Romo Caballero” para el periodo 2022/2026 de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), habló a la ligera cuando dejó entrever la construcción del Hospital Universitario del Campus Tampico-Madero.
Se sabe a la perfección que el rector Guillermo Mendoza Cavazos es un tipo comprometido, con voluntad para poner en alto el nombre de la UAT, ordenado en las finanzas, un aspiracionista del sistema universitario de México, quizás, el personaje del organigrama universitario que más rápido ascendió hasta lograr la máxima distinción del alma máter tamaulipeca, sin embargo, en todo caso le hubiera correspondido a él anunciar la construcción de ese supuesto nuevo hospital universitario y no al recientemente nombrado director de la facultad.
Ojalá Raúl de León me pegue un soplanucas el día de mañana, me calle la bocota y construya ese hospital que tanto requiere la comunidad universitaria, pero sobre todo la capital de las huastecas.
Qué más quisiéramos que el doc supere por mucho los logros de Alvarez Viaña, pues este en su paso como director alcanzó un notable avance en temas de infraestructura, programas educativos y claustro docente, que la convirtieron en un referente en el Estado.
De León Escobedo ojalá nunca pierda el rumbo y mantenga la Facultad como REFERENTE HISTÓRICO en la formación de médicos, que ese es su mayor logro, hasta ahora superando a las universidades privadas de la región y a muchas otras de México.
Todos queremos que por lo menos el nuevo director de la facultad de Medicina de la UAT Campus Tampico-Madero, termine los trabajos ya iniciados para la creación de la Unidad de Cirugía de Mínima Invasión, que ofrecerá 35 servicios médicos a la comunidad, por medio de dos quirófanos que permitirán la realización de 16 intervenciones al día.
El doctor cuenta con todo el apoyo de los universitarios y egresados, no sólo de la escuela de Medicina, sino de todas sus facultades, ojalá la construcción de ese Hospital Universitario no sea una declaración más, no se conviertan en palabras al aire de esas que salen a la ligera y tienen hundido el progreso y bienestar de todo un país entero.
En la intimidad… Alejandro Rojas Díaz Durán insiste en quitar a Américo Villarreal Anaya como candidato de Morena a la gubernatura de Tamaulipas.
Urge -como diría Juan Gabriel- que el doctor se siente con el suplente de Ricardo Monreal, pues ya hasta mandilón le dice al médico tampiqueño, y esos secretos, no deben salir de casa.