La invasión de Rusia a Ucrania, y la relación que rodea a Vladimir Putin con el aún dueño del Chelsea, Román Abramovich, acerca cada vez más al límite al club inglés. Ejemplo de la dura situación que atraviesan los ‘Blues’ son las cuentas bloqueadas, la venta del club congelada, la pérdida sus principales patrocinadores, y no poder recibir dinero de la venta de entradas ni del ‘merchandaising’.
La delicada situación ha orillado al equipo a pedir disputar, solo por el momento, el partido de cuartos de final de la FA Cup contra el Middlesbrough a puerta cerrada esto «por cuestiones de integridad deportiva», según el mismo club.
«A pesar de participar en extensas discusiones con la Oficina de Implementación de Sanciones Financieras (OFSI), la fecha límite para comprar boletos de ida ha ‘caducado’ sin que se hayan realizado las modificaciones apropiadas a la licencia del Gobierno que permitiría asistir a una asignación completa de seguidores del Chelsea», informó el club en su web.
«Le pedimos a la junta de la FA que ordene que el partido se juegue a puerta cerrada por cuestiones de integridad deportiva», continúa el comunicado. «Esta medida tendría un gran impacto en el Middlesbrough y sus seguidores, así como en nuestros propios fanáticos, pero creemos que esta es la forma más justa. proceder en las circunstancias actuales», prosigue el comunicado.
El equipo aseguró que continuarán discutiendo el tema con la Oficina de Implementación de Sanciones Financieras, ya que, aún queda pendiente por jugar un número considerable de partidos en Stamford Bridge.