Uno de los multi propietarios del fútbol mexicano, nuevamente se ve involucrado en una batalla campal entre dos porras de las ahora llamadas “barras bravas”, mote acuñado del fútbol argentino.
En mayo de 2016, Irarragorri, propietario del club Santos, Atlas y Tampico- Madero, atravesó por una situación similar, sólo que fue la afición jaibomaderense la que perdió el control, desquició y se comportó como viles delincuentes atacando a los animadores de los potros de la Universidad Autónoma del Estado de México. Para fortuna de Irarragorri y la flamante historia del Tampico Madero, no hubo personas que perdieran la vida.
Seis años después el comportamiento violento y oscuro se repite, pero ahora fueron los aficionados del último equipo campeón del balompié azteca los agredidos, sin que esto los exima de su responsabilidad.
Entre tantos videos que circularon, hay uno dónde se puede ver a un grupo de atlistas encarando, ofendiendo y agrediéndose verbalmente con los de Querétaro; como leones enjaulados, una reja los dividía en el alegato con olor a muerte, pero de manera sorpresiva y tan ágil como un felino, apareció por atrás de los del Atlas un solitario seguidor de los Gallos blancos, quien con un artefacto en la mano golpeó dos veces al seguidor del Atlas que provocaba a los fanáticos adversarios. Allí se comenzaría a escribir esta gravísima y nueva herida al fútbol mexicano.
Acto seguido, esa reja que sirvió para mantenerlos aislados como se encierra a las bestias salvajes fue abierta, no se reventaron candados, ni se derribó la puerta de la jaula; alguien con llave de la misma la abrió para que la turba de los gallos fuera y golpeara hasta el cansancio a los de Guadalajara.
«Que se mueran todos, que se mueran todos”, gritaban enardecidos mientras desangraban y correteaban a los rojinegros, algunos culpables, otros inocentes.
En paz descansen las víctimas mortales. Ojalá se recuperen los heridos y paguen los responsables.
Alejandro Irarragorri debe tener un plan de trabajo muy adelantado para evitar y solucionar este tipo de situaciones, ya lo experimentó su equipo de segunda fuerza la Jaiba Brava del Tampico Madero; ya lo vivió en similitud con el Club Santos de la máxima categoría, cuando desafortunadamente civiles armados, activaron su armamento en las inmediaciones del estadio… hoy le tocó velar por su afición agredida, le corresponde ser señalado por sus fanáticos provocadores, pero tampoco menos culpables.
A todo esto, en mayo de 2016 cuando la Terrorizer, invadió la cancha y atacó a los de la UAEM, estaba en al directiva del Tampico, el zacatecano Enrique Miguel Badillo Aguilar, actualmente subdirector de logística y estrategia institucional en la Secretaría de Energía del Gobierno de la República, Rocio Nahle García, una de las aspirantes a la candidatura presidencial del 2024 por el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, el presidente que debe rendir cuentas por el caso del fiscal Alejandro Gertz Manero y su presunto atropello y abuso de autoridad en contra de su ex cuñada.
En la intimidad… La Aficion, jugadores y ex jugadores así como los medios de comunicación y directivos que han pasado por la historia de la Jaiba Brava del Tampico-Madero somos los menos indicados para juzgar y señalar lo sucedido en Querétaro, durante más de dos décadas hemos solapado actos similares. Las cosas como son, responsabilidad compartida.
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