A partir de este lunes, el gobierno de Grecia decidió cerrar todas las peñas del país hasta el 31 de julio, además de aumentar las penas por actos de violencia de aficionados, todo esto derivado de un asesinato ocurrido hace tres semanas de un joven de 19 años por parte de los “ultras”.
Kostas Tsiaras, ministro de justicia de aquel país, anunció en rueda de prensa que con los cambios en el Código Penal que ha propuesto hacer el gobierno, los ataques de hinchas ya no podrán saldarse con libertad provisional.
Además, las penas por vandalismo, posesión de objetos peligrosos, entrada en estadios con fines de interrumpir el partido y manifestaciones racistas, serán ahora más duras, llegando hasta los 6 años de prisión, en comparación con el máximo de dos años que regía hasta ahora.
Por otro lado, el viceministro de Deportes, Lefteris Avyenakis, anunció que mientras estén cerrados los clubes de aficionados la policía tendrá de ir comprobando la legalidad de cada club y cerrará los que no tengan las licencias adecuadas. Asímismo, estará castigado con multa y seis meses de prisión cubrirse el rostro para evitar la identificación por parte de los sistemas de seguridad.
Todas estas nuevas implementaciones vienen derivadas del asesinato de Alkis Kabanos, de 19 años, en Salónica (la segunda ciudad más grande de Grecia) por hinchas del equipo PAOK de la misma ciudad. Los 12 ultras participantes en aquel ataque portaban cuchillos, una hoz y otras herramientas contra el joven y cuatro amigos en el barrio de Jarilau, mismos que ahora están en prisión preventiva.