El congreso de la Ciudad de México aprobó el impuesto del 2% por «uso de infraestructura de la ciudad» que se aplicaría a tecnológicas de reparto y envíos como Mercado Libre, Amazon, Uber Eats y DiDi Food.
A pesar de las protestas de distintos grupos de internet, se aprobó que el impuesto no debe «incluirse en el costo total a cargo de usuario, ni cobrarse a los terceros oferentes o cualquier otro tercero que realice la entrega de paquetes, alimentos, víveres o cualquier tipo de mercancía» además que el dinero recaudado será usado para tareas de mantenimiento de infraestructura en la ciudad.
El argumento para la promoción del impuesto fue que la pandemia ha potenciado al comercio electrónico y hay una «riqueza adicional en la economía», además que el pago lo tendrían que hacer las plataformas cada quince días y deberían especificar el número de entregas hechas en ese tiempo.