Tras la derrota de México contra Canadá, los jugadores de la Selección decidieron arreglarlo yéndose a empujones y golpes en contra de los futbolistas locales cuando finalizó el partido en el Estadio Commonwealth de Edmonton.
La cancha paso a ser un cuadrilátero, cuando se dieron todos contra todos, por un lado, en la esquina los jugadores mexicanos contra los que estaban en la banca de los locales y por otro el Milan Borjan, portero de Canadá con algunos elementos del banquillo.
La pelea se dirigió a diferentes puntos del terreno de juego, algunos querían pelear y otros celebrar con su afición, los empujones causaron que alguien del cuerpo técnico cayera en el césped, pero se alcanzó a parar y continuar con los empujones.
Aunque el clima estuvo demasiado frio, los ánimos de juego se mantuvieron calientes, dejando a México en un 1-2 con Canadá.