La austeridad republicana es una bandera que está asfixiando a las economías locales, estandarte que sirvió para el amordazamiento de la economía nacional también convulsionada a causa de una tercera ola del Covid-19 y su variante delta. La alerta de inflación en México sigue a la alza, mientras que la actividad económica viene en caída libre.
Tan solo en el pasado me de agosto, el dinamismo económico del país cayó un 1.6 por ciento de acuerdo con datos del INEGI, lo más alarmante es que significa la segunda disminución en el año. Esto es un impacto claro que viene como reflejo de la debilidad en las actividades primarias (-2.4%) y terciarias (-2.5%).
Pese a la mala administración morenista y la estrategia de centavear al pueblo «bueno y sabio», pero sin fortalecer a los que generan los empleos. el tiempo no para, los días avanzan y octubre agoniza. El día de muertos está a la vuelta de la esquina y enseguida quizás un clavo más al ataúd económico nacional, pues el 12 de noviembre comenzará en la Camara de Diputados la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022.
Y según la información que proporcionan los morenistas desde San Lázaro el PEF-2022 trae un 27 por ciento más para medicinas, pero en los otros datos de la bancada de Acción Nacional, para el siguiente año se contempla un recorte millonario a la Secretaría de Economía, encargada de impulsar el desarrollo, inversión y crecimiento de México, desapareciendo los apoyos para las micro y pequeñas empresas.
Este será otro escandalazo en cada rincón del país, una pinchada más a la fallida Cuarta Transformación, una intención bastante desagradable que ya hizo enojar al “Stopper” tamaulipeco Carlos Fernandez Altamirano, diputado local quien ya lanzó un exhorto al Congreso de la Unión, para que corrijan y asignen recursos suficientes en el presupuesto federal 2022 para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas y emprendedores, con la finalidad de impulsar la recuperación económica del país.
El mencionado sector defendido por Fernández Altamirano, es uno de los principales generadores de fuentes de empleo en México, pues crea cerca del 72% de los empleos formales e informales existentes, y por si fuera poco, las Mipymes representan el 52% del Producto Interno Bruto de nuestro país.
Quizás el posicionamiento de Carlos Fernández, sea en vano, es muy probable que no lo escuchen, tampoco que lo vean y mucho menos que le atiendan; ¿qué podría esperar cuando la combinación perfecta entre la pandemia por coronavirus y la austeridad morenista llevó a la pérdida de más de 1 millón 100 mil empleos formales y cerraron cerca de 1 millón de empresas? Es decir, 1 de cada 5 negocios tuvieron que cerrar sus cortinas definitivamente.
Y toda esta malaria cuatroteísta, le sirve a Carlos Fernández Altamirano para destacar que el Gobierno de Tamaulipas no abandonó a los pequeños empresarios, pues durante la pandemia se entregaron más de 573 millones de pesos en apoyo a las Mipymes y a los emprendedores. El legislador grita a los cuatro vientos que el Gobierno de Tamaulipas, ha otorgado cerca de 34 mil 223 créditos, a través de los programas: Microcréditos, Creditam, Bienestar, Impulso Económico, Microempresario, Inversión Joven y Pyme Tam. Hace poco entregó 246 créditos en 35 municipios, con un monto que supera los 5 millones de pesos.
¡Estoy seguro que Carlos ya anda buscando proveedor para regalarle un oxxo al gobernador!
En la intimidad… Algo extraño está sucediendo en el estado gobernado por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, pues según comentaron que las juventudes del estado, ya mostraron interés por el movimiento “Todos por Tamaulipas”, que catapulta a César Augusto Verástegui Ostos, como prospecto a la gubernatura y es que a decir de los chavos, quieren que Tamaulipas sea un mejor lugar para vivir.
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