Los Juegos Paralímpicos de Tokio se celebrarán a puerta cerrada casi total, anunció este lunes el comité organizador a ocho días de la ceremonia inaugural, una decisión esperada por las cifras récord de casos de covid-19 registradas en Japón.
Ante esta situación, «se tomarán medidas más estrictas para las competiciones que se desarrollen» en los departamentos que actualmente están bajo estado de urgencia, «incluyendo la ausencia de espectadores», declaró el comité organizador en un comunicado conjunto con el Comité Paralímpico Internacional (CPI), el gobierno japonés y la ciudad de Tokio.
Esta medida para los Juegos Paralímpicos (24 agosto-5 septiembre) es similar a la adoptada para los Juegos Olímpicos terminados el 8 de agosto, en los cuales casi el 98% de los eventos se disputaron a puerta cerrada, permitiendo público solo en los departamentos relativamente alejados de la capital.
No obstante los alumnos de escuelas locales podrán asistir a ciertas pruebas a petición de las autoridades locales o los colegios, con el objetivo de avanzar hacia «una sociedad más inclusiva», precisa el comunicado.
Frente al empeoramiento de la situación sanitaria antes de los Juegos, el gobierno japonés había decretado a mediados de julio un estado de urgencia en una parte del país, incluida su capital, por cuarta vez desde el inicio de la pandemia.
Los cerca de 4.400 deportistas esperados en Tokio para los Juegos Paralímpicos tendrán que someterse a medidas exigentes, con test diarios de covid-19 y restricciones de movimiento.