El psicólogo que atendía a Diego Maradona negó que haya existido un plan para matar al exfutbolista, quien «estaba encaminado en su recuperación» cuando falleció de una crisis cardiorrespiratoria, al declarar este miércoles ante la fiscalía argentina que investiga la muerte del Pelusa.
«Mi trabajo como psicólogo especialista en adicciones no tuvo ningún tipo de injerencia en el desenlace fatal (de Maradona), que nos duele a todos. Cabe destacar que no hubo ningún tipo de plan delictivo para matar a Maradona, como se ha dicho», afirmó a la prensa Carlos Angel Díaz, al salir de la Fiscalía de San Isidro, tras una declaración indagatoria que se prolongó por unas diez horas.
El psicólogo sostuvo que su trabajo tuvo por objetivo «ayudar» a quien fue ídolo del Nápoles de Italia y «tratar de que pudiese lograr la tan ansiada recuperación de sus adicciones que lo han tenido a maltraer durante muchas décadas».
«Entiendo que ese objetivo fue cumplido, más allá del lamentable fallecimiento. Estábamos encaminados a lograr un buen trabajo en equipo. Lograr la recuperación que sabemos que es un trabajo arduo, que conlleva mucho esfuerzo y que Maradona estaba dispuesto a hacer», aseveró el profesional.
En la Fiscalía, a 25 km al norte de Buenos Aires, el psicólogo presentó un escrito y luego aceptó responder preguntas de los fiscales.
Maradona murió el 25 de noviembre de 2020. Una junta de peritos médicos concluyó que el astro falleció debido una crisis cardiorrespiratoria luego de horas de agonizar en su lecho en una casa en un barrio privado de Buenos Aires, donde se reponía de una cirugía de cabeza por un hematoma y otras dolencias.
El informe concluyó que Maradona «fue abandonado a su suerte» y que el tratamiento médico que recibió «fue inadecuado, deficiente y temerario».
El psicólogo defendió la decisión de haber llevado a una casa al capitán del campeón del mundo en México-1986, ya que «no cumplía con los criterios para una internación compulsiva» en un centro de rehabilitación.