La fiscalía en Argentina que investiga las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona tiene a siete personas sospechosas entre ellas su médico personal y una psiquiatra, sospechosos de haberlo «abandonado a su suerte».
Todo son investigados por prescribirle un tratamiento «inadecuado, deficiente y temerario», según las conclusiones del informe de una junta médica que analizó las circunstancias de la muerte y que llevó a la fiscalía a agravar el delito investigado.
Las indagatorias se llevarán a cabo en sede de la Fiscalía General de San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires, que instruye la causa.
Según el sistema penal de la provincia de Buenos Aires, los imputados concurren ante los fiscales para ser informados de qué se los investiga. Como es un acto de defensa, el imputado puede declarar o negarse a ello.
Los investigados se presentarán ante la fiscalía de a uno por vez y día por medio, dijo a la AFP una fuente cercana al caso, los siete sospechosos son:
El enfermero Ricardo Almirón (37 años), seguirán con la enfermera Dahiana Madrid(36), el coordinador de enfermeros Mariano Perroni (40), la médica coordinadora de la internación domiciliaria Nancy Forlini (52) y el psicólogo Carlos Díaz(29).
El viernes 25 será el turno de la psiquiatra Agustina Cosachov (35), a quien se le reprocha que no aseguró «la correcta administración de la medicación y psicotrópicos» indicados al exjugador del Barcelona y el Nápoli.
La ronda se cerrará el lunes 28 de junio con la declaración de Leopoldo Luque, un neurocirujano de 39 años que oficiaba como médico de cabecera de Maradona y fue el responsable del cuidado del astro en sus últimos días.