Hay tantos evasores fiscalistas en México, que vale la pena reconocer y agradecer a todos los ciudadanos responsables que pagan sus impuestos para que en el Obradorismoland se pueda tener acceso a la vacuna contra el coronavirus.
Apenas el pasado martes se superó a cuenta gotas el record de 816 mil 380 dosis aplicadas en un sólo día, y esta semana se estima llegar al millón de personas al menos con uno de dos piquetes para su total inmunidad al Covid-19.
Definitivamente el Gobierno Federal ha venido aprendiendo durante la aplicación del Plan Nacional de Vacunación, y los ciudadanos han entendido que gracias a los impuestos el alcance a las vacunas; ya se dieron cuenta que el uso faccioso de las mismas y la intención de quererles ver la cara haciéndoles creer que esto es gracias al presidente, no es más que un cuatroteista engaño.
Pero entre tanta mentira una realidad, que le duela a quien le duela, como va.
Cuando comenzaron las jornadas de vacunación para adultos mayores, se registraron hasta 36 horas de espera para recibir la vacuna, también les daba por acampar en algunos municipios, pues el desorden fue inhumano.
Un factor que provocó el desorden y la grotesca vacunación, fue que los delegados federales y coordinadores regionales de SEBIEN FEDERAL, quisieron promocionarse llevando la batuta en los centros de vacunación.
¿Quiere un ejemplo? Aquí le va… En la ciudad de Tampico, Tamaulipas se le avisó al municipio apenas 2 días antes de iniciar la vacunación para los adultos mayores, tampoco se le dejó involucrar en la logística, asignación de módulos, y eso que al Gobierno Municipal de Tampico que en esta ocasión preside Chucho Nader, le correspondía aportar todo el mobiliario; cuando le digo todo, hasta los baños nómadas, y ya como un extra aguas y galletas. Así la situación en todo el país.
A pesar de las catástrofes jornadas de vacunación, los abuelitos ante los rayos del Sol, adultos mayores derrumbados por deshidratación, y algunos hasta tuvieron que ser trasladados de urgencia, los morenistas, no accedían a que se permitiera la participación de la estructura local.
Fue hasta que se dieron cuenta que la ciudadanía comenzó a castigar a Morena previo a la elección del 6 de junio, que accedieron un poco y en los últimos días se involucró por completo el municipio.
Para el ejercicio de la vacunación al magisterio, creyeron los de Salud federal que asignarle la tarea a las fuerzas federales iba a ser garantía, no les fue mal, pero tampoco brillaron en la eficiencia.
Pero tendría que llegar la segunda dosis para los abues y el miedo de lo que se experimentó en la primera aplicación, era motivo suficiente para no vacunarse; eso abonó a que muchos prefirieran quedarse en casa y los que se aventuraron eligieron llegar en la madrugada, y enorme sorpresa se llevaron, no tardaron lo mismo que en la primera ni ocuparon invertir las horas del día; todo había cambiado.
¿El motivo?
Para la segunda dosis de 60 y más, como la primera de 50 en adelante y embarazadas. El presidente municipal de Tampico comenzó a tejer fino, consiguió reunirse con el Delegado de Bienestar Social Federal, se involucró a la Secretaría de Salud Estatal, SEDENA, SEMAR y otras instancias federales; se hizo un compromiso que abrillantó la gobernabilidad y benefició a los ciudadanos.
La coordinación de los tres niveles de gobierno ya permitió una dinámica más efectiva; de entrada el municipio conocedor de la movilidad y logística de la ciudad, propuso la instalación de los módulos en el Expo Tampico, Auditorio Municipal, Unidad Deportiva de Puertas Coloradas y la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Al primer respondiente gubernamental, ya no solo le tocaba poner el toldo, sillas, escritorios, abanicos, aguas, galletas, infraestructura, malla sombra, vallas, computadoras, impresoras, baños nómadas, artículos de limpieza así como personal de apoyo del municipio, del sistema DIF y más de 200 voluntarios, lo dejaron meter mano, toda la mano para la logística, eficiencia y negociación de todas las instalaciones convertidas en módulos de vacunación.
Ahora las cosas han cambiado, por lo menos en Tampico, Tamaulipas; la gente asiste animada a su vacuna, sabe que lejos de ser un viacrusis, es una fiesta de todos en donde ese logro es gracias al impuesto de cada ciudadano responsable, un resultado favorable del trabajo coordinado, de una política de altura construida desde la presidencia municipal de Tampico y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, es una obligación gubernamental que se asumió con responsabilidad por un bienestar social.
En la intimidad… se acabó la campaña, el domingo sabremos que tan marranos, puercos, indecentes, corruptos, pero sobre todo conoceremos el nivel de delincuencia electorera que alcanzarán los candidatos y sus partidos políticos.