Un trabajador en Kirguistán, en Asia Central, desconectó el refrigerador con las vacunas Sputnik V para poder cargar su celular.
Las autoridades dieron a conocer este hecho hasta hace unos días, sin embargo el acto tuvo lugar en abril, en una clínica gubernamental en la ciudad de Biskek, cuando un empleado, cuya identidad no se ha rebelado, desconectó el refrigerador donde se guardaban las vacunas contra covid-19 para poder cargar su celular.
Las dosis de inmunización tuvieron que ser destruidas. Estas formaban parte de una dosis de 20 mil vacunas que habían sido donadas de Rusia como ayuda humanitaria, en un país en donde apenas han vacunado a poco más de 54 mil personas de los 5 millones de habitantes.