Un equipo de investigadores de la Universidad en Yale, ha creado un plástico biodegradable a partir de polvo de madera, y que se degrada en tres meses.
Sometido a la prueba de ser enterrado, el material demostró que en dos semanas ya había sido fracturado y en tres meses había sido degradado por completo, a comparación del plástico convencional que toma miles de años para lograr degradarse, además que esta nueva alternativa planea tener igual de resistencia para ser útil como envase.
Aunque el material ha sido basado en pruebas y aun se estudia, el equipo de investigación planea que el bioplástico sea utilizado desde la creación de bolsas o envases, hasta la construcción de edificios o vehículos.
