Opinión

¡Otra vez, ya no!

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“Da vergüenza constatar que estén metidos hasta el tope.“

“Siempre he dicho que los estatales están coludidos en todo lo referente a la delincuencia organizada.“

“Eran policías, que se comportan como delincuentes. Claro está, siguiendo órdenes. Ellos no se mandan solos.»

Ese tipo de mensajes comenzaron a saturar el Signal, Telegram y Wickr, desde que el fiscal general de justicia en Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, informó que al menos 12 policías estatales habían sido involucrados y detenidos por la presunta participación en el asesinato e incineración de 19 personas en el municipio de Camargo, hechos ocurridos el mismo fin de semana que el presidente Andrés Manuel López Obrador, informó a la nación que había dado positivo a COVID-19.

De nueva cuenta Tamaulipas, y como en el pasado, cae en la duda su gobernabilidad. La masacre de Camargo, no es la primera registrada durante la Cuarta Transformación y empaña por igual el mandato del tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, como del presidente López Obrador, que ya sumó estos abominables hechos a los del 4 de noviembre de 2019 cuando un grupo de pistoleros dieron muerte en Bavispe, Sonora, a los integrantes de la familia LeBarón.

Como en Sonora, frontera con Coahuila, aquella masacre, la de Tamaulipas, se registró en la línea limítrofe con Nuevo León, la penosa diferencia es que en Camargo, se presume que ejecutaron la masacre al menos una docena de policías estatales acreditados, que superaron los filtros, exámenes de control y confianza, toxicológicos y test aplicables en la salud mental.

El creador del “michoacanazo”, ahora en el gabinete tamaulipeco, Irving Barrios, titular de la FGJE, en punto de las 20 horas inició una transmisión en vivo para informar que según los trabajos realizados por el Ministerio Público, elementos de la Policía Investigadora y peritos de la institución, se pudo establecer que entre las víctimas, se encuentran personas de nacionalidad guatemalteca en condición de migración, cuyos cuerpos siguen siendo analizados por el Equipo de Especialidades Forenses, quien se apoya de personal de la Comisión Nacional de Búsqueda como se ha comunicado a fin de obtener los “Archivos Básicos de Identificación”, quienes al día de hoy han permitido conocer la identidad de 4 de las víctimas, esto por perfil genético siendo:

1.- Jesús “M” de nacionalidad mexicana, quién con información derivada de la colaboración con la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León y del Instituto Nacional de Migración; fue quien el pasado 9 de diciembre reclamó ante ese Instituto, la camioneta Sequoia que estaba en el sitio donde se rescataron a 66 extranjeros por parte de la Policía Municipal del de Escobedo, Nuevo León.

  1. Daniel “P” de nacionalidad mexicana, oriundo del Estado de San Luis Potosí, quien, en atención a los actos de investigación, se conoció se dedicaba al tráfico de migrantes.
  2. Elfego R. “M” de nacionalidad guatemalteca, quien presuntamente se encontraba en situación de migración.
  3. Marvin A. “T”, también de nacionalidad guatemalteca, quien de igual forma estaba en situación de migración.

Mientras que los 12 integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Tamaulipas, enfrentarán cargos en su contra por: Homicidio Calificado, Abuso de Autoridad, En el Desempeño de Funciones Administrativas y Falsedad en Informes dados a una Autoridad.

Ahora queda esperar que no sea un montaje, que estén pagando los verdaderos responsables y que tanto el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y del gobernador Cabeza de Vaca, cierren filas y eviten que se vuelvan a repetir masacres como está.

No sólo por la credibilidad de sus gobiernos, sino por la urgente e imperante necesidad de demostrarnos a los mexicanos, que no estamos solos.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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