La Alianza Federalista, integrada por los 10 gobernadores opositores al obradorismo, celebraron la última reunión del 2020. Exigen transparencia en el plan estratégico nacional para la vacunación vs Covid-19.
El anfitrión fue el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, uno de los más señalados por presuntos nexos con la delincuencia, aparente enriquecimiento ilícito y acusado hasta de represión política. En Tamaulipas, dicen: “según el sapo el sombrerazo”, y en la lluvia de memes contra aliancistas a todos les pusieron cabeza de uno u otro animal, es decir ya todos son Cabeza de Vaca.
Desde el púlpito mañanero a primera hora del día, el presidente Andrés Manuel, se había referido a ellos y su “politiquería”, por la intención de adquirir, distribuir y aplicar directamente a la población la medicina contra el coronavirus; exhorto hecho por los rebeldes desde la forma más política posible, sin embargo, López Obrador los descalificó.
Desde el inicio de la pandemia, los gobernadores opositores a la 4T, se han venido reuniendo. Primero el tema era una coordinación interestatal para frenar la propagación del virus, solamente eran tres; luego se fueron sumando más mandatarios estatales y los temas a debatir vinieron a ser los que marcaban la agenda pública nacional, pero a decir de ellos la mezquindad, sesgos ideológicos y políticos cuatroteístas, no les han permitido ser escuchados por el jefe del ejecutivo federal.
Prácticamente se acabó el 2020, y los de la Alianza Federalista, no fueron considerados abiertamente como cosa sería por el presidente; veamos que sigue para el arranque del 2021. ¿Aplicarán una estrategia más ruda y arriesgada o seguirán en comilonas semanales sin lograr absolutamente nada?
¿Seguirán todos asomando la cabeza, se sumarán más o serán menos?
Eso sí, no lo olvide, la sabiduría popular no se equivoca, y como dice el pueblo sabio: según el sapo, la pedrada.