El Banco de México, fue fundado bajo la presidencia del “Máximo Jefe de la Revolución”, Plutarco Elías Calles. Cabe mencionar que el gran logro del Presidente Calles, fue armonizar todas las fuerzas revolucionarias y conglomerarlas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En el curso de la historia de las democracias, lo que permanece perennemente son las instituciones, no los hombres; eso debe quedar bien claro.
A partir de la institucionalización del país, México empezó el camino hacia una democracia sobre el cual ha seguido avanzando… al menos hasta 2018. Fue en 1994 que el gran presidente Carlos Salinas de Gortari, modernizó a la institución otorgándole total autonomía y de inmediato se tuvo que enfrentar a la crisis de 1995.
Sin duda, el BANXICO se ha distinguido por el rigor técnico de sus presidentes y cuerpo de gobierno, desde su autonomía, ha sido dirigido por egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), quienes han sido los encargados de garantizar la estabilidad en la inflación del país a través políticas monetarias.
La tecnocracia había logrado mantener la autonomía, característica principal de un Banco Central, que funciona intacta.
Hoy, en épocas donde todo es de cuarta, la autonomía de la principal institución en el sector económico y financiero del país se ve sumamente atacada; al principio del sexenio todo era solo desde el púlpito de Palacio Nacional, sin embargo, en el inicio del tercer año del obradorismo, la “Ley Banxico”, pasa por encima de dicha institución.
Como es costumbre de la ideología que nos gobierna, se está creando un nuevo problema, ahora donde no lo hay, ya que lo que busca es colocar aquella moneda extranjera que los bancos comerciales tienen en sus bóvedas debido a que no pueden ser colocadas en el mercado.
Para esto, pretende que el Banco de México, tome ese dinero en efectivo y lo incluya en sus reservas; cosa que solo podría proponer un neófito del tema ya que por ley y por estrategia financiera, esto es imposible.
Esta ley implica:
1.- Que se perjudique la autonomía de Banxico.
2.- Se pone en riesgo la seguridad nacional, ya que los países podrían solicitar los capitales de procedencia ilícita, aunque ya hayan entrado a BANXICO.
3.- La estabilidad de la moneda nacional quedaría en vilo, ya que se obligaría al Banco a inyectar más pesos mexicanos en la economía.
4.- Se permitirían menos controles en la banca privada
5.- ¡ojo! Se incentiva el blanqueo de capitales; dicho de manera coloquial, le apuesta al lavado de dinero.
Basta con saber que a los narcotraficantes mexicanos se les paga en dólares el consumo de sus productos, estos pagos podrían entrar sin mayor problema a la economía mexicana.
El economista Carlos Moreno, egresado del ITAM, refiere que la ley en cuestión podrá perjudicar nuestra estabilidad financiera. El tema se puede abordar desde diferentes perspectivas: desde la forma en que podría intervenir Estados Unidos; la óptica financiera y los posibles beneficios por lavado de dinero a beneficio de los grupos delictivos.
Esto apenas comienza.
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