La sentencia de 120 años de cárcel para Keith Raniere, líder de la secta sexual NXIVM; por cierto vinculado estrechamente con legisladores y funcionarios de la Cuarta Transformación, así como con poderosas familias de México. No es el único caso de este tipo con conexión a la clase política del presente.
El director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, Roberto Velasco, informó sobre la colaboración del gobierno federal con autoridades de Estados Unidos para dar con la captura del primer secretario de la Embajada de Estados Unidos en México, Brian Raymond.
Raymond, con residencia en Polanco, Ciudad de México; según las investigaciones es presunto responsable de abusar de al menos 22 mujeres a las que atrapaba mediante aplicaciones de citas. Todo durante finales de 2018 y 2020 cuando trabajaba para la Embajada de Estados Unidos en México.
Capturado ahora en California y acusado de coerción y seducción, Brian, corrió con la suerte de cargar consigo pruebas en su contra, se trata de al menos 25 videos encontrados en su teléfono celular que muestran a “mujeres desnudas e inconscientes”.
Raniere y Raymond, ambos con relación directa e indirecta con personalidades de la Cuarta Transformación, nos remontan a la historia y traen al presente al “Padrino de Matamoros”, refiriéndome a Adolfo de Jesús Constanzo, también conocido como “El narcosatánico de Matamoros”.
Nacido en Miami, Florida, Estados Unidos. El primero de noviembre de 1962, Constanzo estaría cumpliendo 58 años; sin embargo, fue sacrificado por uno de sus cómplices para evitar ser encarcelado en un operativo conjunto entre las policías mexicanas y de Estados Unidos.
“El Padrino de Matamoros”, parado en su carisma y supuestos poderes psíquicos, se empoderó en el mundo de la prostitución y delincuencia organizada; formó una secta poderosa en la frontera de Tamaulipas, en donde participaron políticos, personalidades del espectáculo, y hasta policías de la época. Fiel a los cultos afroamericanos, celebraba ceremonias ocultas y ofrecía protección, ya sabe, al cargamento de drogas, armas, carreras políticas, policiacas y de narcotraficantes.
Pero fue la desaparición de un turista norteamericano en la primavera de 1989, lo que llevó al fin la carrera de Constanzo; pues los gringos presionaron a los policías tamaulipecos para esclarecer el caso de su paisano Mark Kiroy, un joven de 21 años del que ya no se supo nada luego de pisar tierras tamaulipecas.
Exigidos por los policías gringos, los mexicanos investigaron y comenzaron la captura de varios allegados al “El narcosatánico de Matamoros”, entonces las pesquisas los llevaron en un operativo coordinado hasta el entonces Distrito Federal, en donde fue acorralado con sus cómplices.
Cuenta la leyenda que ese día el padrino de Matamoros, lanzó dólares por el balcón para distraer a los policías y aglomerar a los ambiciosos en las puertas del edificio donde se refugiaba; finalmente luego de varias horas de enfrentamiento y decidido a no ser encarcelado, pidió a uno de sus fieles que le disparara en el corazón para morir y no ser víctima de la justicia gringa, ni mexicana. Aunque usted no lo crea, aún hay alguien en Santa Martha Acatitla, que conmemora el natalicio y lamenta el fallecimiento de Adolfo de Jesús Constanzo.
Feliz fin de semana… se viene la noche de espantos, noche de brujas, y la nueva festividad del Día de Muertos.