De los militares del Ejército Mexicano más influyentes, experimentados, con trayectoria e influencia internacional, es el General Salvador Cienfuegos Zepeda; ahora enfrentando problemas legales en los Estados Unidos. Mismo que diera la bendición ante el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, para que Luis Cresencio Sandoval González, quedara como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
A la fecha Luis Cresencio, quizá es el secretario más poderoso del gabinete presidencial. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando Cienfuegos Zepeda fue su jefe, Sandoval González era el comandante a cargo de la Cuarta Región Militar que comprende Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.
El dato es que apenas el pasado 6 de octubre del presente año, la SEDENA obtuvo por mandato presidencial, el control operativo de la Guardia Nacional.
Como si alguien quisiera abdicar al mando civil, se destacó entre las instrucciones enviadas desde la presidencia al Almirante Secretario José Rafael Ojeda Durán, que la totalidad de elementos y cuadros de mando de las 29 Coordinaciones Regionales ocupadas por personal asignado y reclutado por la Secretaría de Marina, quedaron bajo mando de la Guardia Nacional.
Así, todo el personal que fue asignado inicialmente por la SEDENA y SEMAR, además del reclutado por ambas fuerzas federales dando un total de 74 mil 793 militares en activo, quedó a disposición de la Guardia Nacional, dependiendo operativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La influencia, poderío y control de Cienfuegos Zepeda, venía robusteciéndose desde el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, cuando en enero de 2012, lo asignó Oficial Mayor de la SEDENA, antes había sido Inspector y Contralor General del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
Nadie, jamás, nunca ni durante el calderonismo, ni en su paso como titular de la Defensa Nacional, dijo, rumoró, imaginó o dejó entrever acciones sospechosas respecto al general Salvador Cienfuegos Zapeda; es más, bajo su mandato, la SEDENA en estrecha coordinación con la SEMAR, logró disminuir por mucho los delitos de alto impacto en Tamaulipas, entidad que fuera el infierno en la tierra. De eso fue pieza clave precisamente el general Luis Cresencio Sandoval González. Ellos sortearon el poderío de los cárteles en el estado hoy gobernado por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien durante su primera mitad del sexenio tuvo como representante a Miguel Gómez Orta, actual diputado y la carta más fuerte y viable del cabecismo para retener la presidencia municipal de Altamira, donde aunque usted no lo crea, como en Tampico y Ciudad Madero, mucho, pero mucho le han arrebatado a los violentos.
A veces hay que cuidar que no crezca demasiado el matorral del vecino y los verde olivo ya tenían demasiado pastizal.
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