Con la caída de la economía por Coronavirus, y desde antes, tras el inicio de la Cuarta Transformación, uno de los asuntos primordiales a tratar entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y la Comisión Nacional de Gobernadores (CONAGO), quienes esperan tener un verdadero diálogo Republicano con el más popular de los políticos mexicanos, será precisamente la economía- fiscal.
De igual forma con alrededor de 60 mil fallecidos por Covid-19, acordar una estrategia práctica y verdaderamente eficiente va a ser la columna vertebral del encuentro tan esperado entre mandatarios estatales y el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
Este encuentro a tan sólo unos meses de que inicie formalmente el periodo electoral 2020-2021, que marcará legislativamente el andar del Lopezobradorismo en su segunda mitad.
Pero en el marco del gran encuentro político que se desarrollará este miércoles en San Luis Potosí, la entidad gobernada por el priísta Juan Manuel Carreras, en el estado vecino de Tamaulipas; un millar de pescadores camaroneros acamparon en la avenida Calzada Blanca, acceso principal al Puerto de Tampico, y bloquearon por espacio de cinco horas el paso del tren de Cansas City Southern, la empresa ferroviaria norteamericana con presencia en México y Panama.
Pese a que se causaron pérdidas millonarias en dólares por el impedimento del paso del tren, como de los mismos camiones de carga procedentes del centro y pacífico mexicano hacia la Administración Portuaria Integral (API), de Tampico para regresar a su destino de origen con el acero importado que extraerían del Puerto.
Muy mexicanos, y sí, ya muy hartos, los tripulantes de los barcos camaroneros aplicaron aquel dicho: “de que lloren en mi casa a que lloren en la tuya”, pues el gobierno federal ha negado desde el inicio de la 4T, el subsidio al diésel marino a las compañías pesqueras encargadas de generar cientos de miles de empleos.
Los armadores camaroneros del norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, no solamente son fuente laboral para la tripulación y las despicadoras; también, carpinteros, paileros, soldadores, electricistas y demás prestadores de servicio obtienen ganancias con el avituallamiento de las embarcaciones que se preparan para surcar el altamar este próximo 15 de septiembre que termina la veda del camarón. Todos vienen siendo afectados directos del desire federal.
Andrés Manuel López Obrador, aún guarda un ápice de esperanza de cambio en la tripulación norveracruzana y tamaulipeca; pero negarle la ayuda al armador, es ignorar al barco, y por consiguiente olvidarse del pueblo pobre, que sin duda votó por un verdadero cambio y no por un sexenio más que gusta de la opresión y olvido político.
Le está llegando el agua hasta el cuello al titular de Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), Raúl de Jesús Elenes Angulo, así como a Víctor Manuel Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, del Gobierno de la República quienes se están convirtiendo en un par de pesados tabiques para el presidente de todos los mexicanos.
Ojalá gane México con el encuentro entre los gobernadores y el presidente de todos.
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