Ante la actual Pandemia, la Penitenciaría Apostólica elaboró
un decreto en el que se conceden indulgencias especiales a los fieles enfermos
por coronavirus COVID-19.
En dicho documento se establece la indulgencia plenaria para
“los fieles afectados por coronavirus sometidos a cuerentena por orden de la
autoridad de salud en los hospitales o en los propios hogares si, con un alma
separada de cualquier pecado, se unirán espiritualmente a la celebración de la
Santa Misa, recitan el rosario, se unen a la práctica del vía crucis o realizan
otras formas de devoción como recitar el Credo o el Padre Nuestro y una oración
a la Virgen”.
Además, estas personas deben tener la voluntad de cumplir
con la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración tan pronto
como les sea posible.
La indulgencia especial también es para los trabajadores que
exponiéndose al riego de contagio ayudan a los enfermos y también para aquellos
fieles que rezan para pedir el cese de la pandemia, el alivio de los que sufren
y la salvación eterna de los fallecidos.
El decreto indica que la iglesia reza por aquellos que no
pueden recibir la unción de enfermos a quienes concede indulgencia plenaria al
momento de su muerte, siempre y cuando hayan recitado habitualmente algunas
oraciones durante la vida, recomendando el uso del crucifijo o la cruz.
El Papa Francisco indicó: “Tú mismo puedes acercarte, como
nos enseña el Catecismo, al perdón de Dios sin tener un sacerdote a la mano.
Piensa en ello; es la hora, este es el momento adecuado, el momento oportuno.
Un acto de dolor bien hecho, y así nuestra alma se volverá blanca como la nieve”.
Info: EFE