Cae la mezcla mexicana a niveles históricos de 18.78 dólares por barril.
Se espera una recesión económica mundial.
El dólar ronda los 23 pesos.
Credit Suisse redujo la expectativa de crecimiento para México en el 2020 a -4% (menos 4%).
Siempre he peleado con los economistas por su falta de comunicación con nosotros, la “gente de a pie”, el “pueblo bueno y sabio”. Y es que a pesar de lo alarmante que pueden sonar los encabezados de las ultimas semanas en los diarios financieros y económicos, pareciera que estas crisis no llegan a nuestros bolsillos, México es el país cuyos ciudadanos son felices sin importar las circunstancias, estamos acostumbrados a estar en crisis. Decía Octavio Paz que “la resignación es una de nuestras virtudes populares. Más que el brillo en la victoria, nos conmueve la entereza ante la adversidad”.
A niveles globales, desde el año pasado, se esperaba una desaceleración en el crecimiento económico. Es decir, se iba a producir menos, lo que implicaría menos empleos, menos inversión y por lógica menos consumo. La “sorpresiva” llegada del coronavirus y el desplome en los mercados petroleros suman al escenario pánico e incertidumbre que existe entre la población financiera internacional.
Las alarmas suenan en las oficinas del Foro Económico Mundial, los bancos centrales, y demás instituciones encargadas de la investigación económica y estabilización de los niveles de inflación en los países.
La pregunta obligada es, ¿a mi qué carajos me importa? Y es que la población de a pie no tenemos ni inversiones en petróleo ni en dólares ni le entendemos a eso del crecimiento económico, somos los últimos en sentir la crisis cuando la tortilla sube de precio junto con el pasaje del transporte público. Hasta festejamos la caída en el precio de la gasolina, olvidándonos que nuestras finanzas públicas siguen dependiendo en gran parte de la venta de petróleo.
En pocas palabras en tu casa no habrá más gustos, pocas oportunidades de ir al cine, tus padres no estarán siempre de buen humor pues vivirán preocupados por darte de comer, es más en una de esas, hasta tus tíos y primos van a compartir el mismo techo porque ya no tuvieron para pagar la renta. Si querías comprarte un coche, pelas, no podrás y lo peor del asunto es que cuando salgas de la universidad –si es que eres de los gloriosos que pueden estudiar una carrera profesional- tendrás menos oportunidades laborales. ¿quedo claro? ¿Más sencillo? no habrá dinero para que gastes y de poco a poco irán muriendo de hambre muchos más seres humanos.
Por lo pronto, sigue haciendo memes del Coronavirus, y ríete del Peje, de Peña y del Borolas, al fin, ellos tienen la vida asegurada mientras tú y yo, comenzaremos a sufrir un nuevo estilo de vida… ojalá nos leamos en los siguientes dos años.
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