Por José Luis García Castillo
Desde hace ya varios años, en la zona sur de Tamaulipas no se presentaba la invasión de predios por parte de grupos de personas que aseguran buscan un lugar dónde vivir.
Desde siempre, se conoce que estos grupos son liderados por una o dos personas hombre o mujer, quienes son los que dan la cara a medios de comunicación enarbolando la bandera de la justicia social y la necesidad de la gente por tener una propiedad.
Nunca ha sido bien visto este tipo de movimientos, pues mientras piden justicia incurren en la ilegalidad al invadir una propiedad privada.
Se ha sabido también, que incluso algunos propietarios de predios de manera indirecta son los que promueven la invasión para que se llegue a una negociación y que el gobierno compre las tierras que luego vende a los particulares invasores.
Otros casos, son promovidos por grupos políticos con la finalidad de desestabilizar el ambiente de manera intencional ya sea desde el interior del grupo en el poder o por la oposición.
En el caso particular de Miramar, esa zona pegada a los pinos de playa, uno de los que se ostentan como representantes de los invasores en entrevista con medios de comunicación reveló el trasfondo político a menos de una semana de la invasión.
Juan Antonio Rodarte, autonombrado uno de estos líderes, pretende meter a la escena a la autoridad local, cuando no le corresponde.
Asegura que están dispuestos a un diálogo con el alcalde Adrián Oseguera de Ciudad Madero, cuando éste no se ha ofrecido.
Señala que el predio tiene un dueño diferente ya que aseguran que no es Jaime Turrubiates, por lo que de todas formas es ilegal la invasión del terreno.
Adelanta las elecciones, al señalar que se acerca un proceso electoral, y deja ver que los partidos deberán aprovechar “su necesidad” si quieren votos.
Amenaza al actual alcalde Adrián Oseguera con un voto de castigo, en caso de que no se acerque a dialogar.
Por lo pronto durante horas de la madrugada fueron retirados los invasores en medio de un operativo en el que participaron elementos federales, estatales y de la Policía Investigadora, sin disparo ni agresiones.
Por lo que respecta a lo político, los llamados asesores deberán trabajar para conocer de dónde proviene este movimiento y cuáles son los intereses de fondo que se tiene con ello.
