Desde que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, concesionó los puertos marítimos de México, jamás habían sufrido un repliegue en el crecimiento y dinamismo por lo que es evidentemente claro que la economía del país, fue tambaleada desde hace poco más de un año.
Según indicadores de la Coordinación de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la carga total sufrió un contundente retroceso del 4.3 por ciento, alcanzado apenas 302 millones 931 mil 411 toneladas en 2019; números negativos que no se habían visto en 25 años desde que fueron concesionados.
La carga de minerales a granel, vio una regresión del
-2.9 por ciento hasta bajar a las 72 millones 976 mil 264 toneladas.
Mientras tanto con un pequeño aumento del 0.3 por ciento,
los graneles agrícolas sumaron 17 millones 851 mil 572 toneladas y una
participación del 5.9%.
Por su parte, el sector automovilístico “sobrevivió” a la
entrada de la Cuarta Transformación, registrando un comportamiento menos
negativo del 0.5%, alcanzado el pasado 2019 una numeraria de 2 millones 16 mil
12 unidades en comparación con las 2,026.034 registradas en todo el 2018.
Mucho se ha dicho últimamente que México mueve gasolinas o petróleo crudo del extranjero, recurso no renovable que llega en enormes embarcaciones trasatlánticas. Tal es el caso del buque-tanque petrolero “Sandino” con una capacidad de carga de 490 mil barriles, que llegó al Puerto de Veracruz, en marzo del 2019 procedente del municipio de los Tanques, estado de Falcón, Venezuela; llegó a nuestro país cargado con gasolina propiedad de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Por cierto, durante el primero año de la Cuarta
Transformación, el sector con mayor volumen de registro, fue el relacionado al
petróleo y sus derivados, ocupando el 39.1 por ciento del total de la carga en
2019, sin embargo, no se salvó del retroceso en 7.6%, para colocarse en las 118
millones 588 mil 559 toneladas.
Culpemos al coronavirus…