Ciudad de México.- Con la investigación del tiroteo causado por el niño de 11 años de edad en Torreón, Coahuila, se descubrieron presuntas irregularidades en la familia del pequeño, desde millonarios movimientos de efectivo en bancos que apuntan hacia el lavado de dinero, la posesión de unidades de lujo y camionetas blindadas, así como que el padre el menor estuvo preso por narcotráfico en la unión americana, y que su madre fue asesinada.
Ayer por la tarde, se informó que José Ángel Ramos, abuelo del niño de 11 años quien asesinó a su maestra, hirió a varios de sus compañeros y después se suicidó, fue detenido acusado de homicidio por omisión.
Al avanzar la investigación, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ordenó congelar las cuentas de la familia Ramos, en tanto se determina sobre la legalidad de los millonarios movimientos bancarios hacia supuestas empresas, ante la presunción de delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal.
De acuerdo a lo informado por Santiago Nieto, titular de la UIF, dio a conocer que el abuelo tiene 121 millones de pesos de flujo en efectivo hacia empresas, la recepción de flujos de efectivo por 24 millones de pesos en sus propias empresas.
Además se detectó la adquisición de 6 vehículos en dos
años, 3 BMW, 3 Jeep Cherokee, mientras que la abuela, la señora Rebeca Jiménez,
tiene la adquisición de tres camiones de lujo blindadas y transferencias de
dinero hacia Estados Unidos y un problema de defraudación fiscal.
Ante esta situación, la UIF presentará una denuncia por los delitos de fraude fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, debido a que no está justificado ese flujo de dinero detectado.
De igual forma se conoció que la madre del pequeño habría muerto asesinada tiempo atrás, mientras que el padre estuvo preso en Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico, lo que hace suponer que el entorno familiar en el que creció el menor no era el mejor o normal.
