Opinión

Llegó el tiempo de la cosecha

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Un algo, quizás llamado violencia había impedido que la cosecha de girasoles se diera lejos de los territorios estatales como Morelos, Nayarit, las Baja California, Campeche y Coahuila, entidades santuario por excelencia del girasol o también conocida como la flor escudo.

En el presente periodo vacacional navideño, como nunca antes, un sembradío de aproximadamente 500 hectáreas, cautivó a los paisanos venidos de Estados Unidos que pasaron por Tamaulipas “la sorpresa de México”.

Como el mismo girasol, los tamaulipecos se han caracterizado por ser ciudadanos dispuestos a mirar hacia el sol sin importar la adversidad; son una población fuerte del noreste mexicano como el mismo tallo de este vegetal herbáceo; el girasol que suele alcanzar hasta los 2 metros de altura, es en similitud a la grandeza de un estado que tiene ganadería y agricultura; turismo, puertos marítimos y aéreos, petroquímica, pero ademas Tamaulipas cuenta con una conectividad terrestre envidiable con centroamerica y el resto de México, conexiones que lo hacen tan grande, fuerte y demandado por los grupos de poder – del bien y del mal – hasta convertirla en una entidad un tanto difícil y problemática; picuda y acorazada como la hoja del maravilloso girasol.

Desafortunadamente para quienes gustan de la fotografía en espacios naturales, de admirar los campos y praderas y para todos aquellos que disfrutan lo que surge de la tierra, las casi 500 hectáreas de girasoles, entraron en un periodo donde las cosas comienzas a verse un tanto marchitas; es que llegaron a su proceso de maduración, tiempo en el que todo el centro del girasol que se llegó a ver de color anaranjado comienza a caer, quedando completamente seca la planta para dar inicio a su proceso de industrialización, a levantar la cosecha.

Algunos se preguntan si este sembradío de girasoles es nuevo en González, Tamaulipas, a unos 100 kilómetros de Tampico y su Zona Metropolitana, para la mayoría, la respuesta definitiva es: si. Otros dirán que no, lo único cierto es que desde hace una década que los viajeros tamauliecos no se paraban ni por error en ningún paraje carretero, nadie tenia ojos para ver lo hermoso de Tamaulipas, pero hoy como la jaquima o girasol, de frente al sol algunos conflictos han quedado atrás como el mismo proceso de maduración anual al que se somete el girasol para luego convertirse en un producto esencial de la gastronomía como el aceite, su respectiva aportación a la industria de la belleza, y hasta como alimento de aves y otras especies, sin olvidar su gran aporte a la polinización, proceso fundamental para el mantenimiento de la vida sobre la tierra.

Cuida el plantío, protege tu entorno, y ama a tu tierra, que nunca te harte, porque a ella, le debemos todo.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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