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Cuando la joya policial de Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ambos ex presidentes de México -refiriéndome al recién capturado Genaro García Luna- fue Secretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal (2016-2012), el abogado Irving Barrios Mojica, actual Procurador de Justicia en Tamaulipas, fue titular de la Procuraduría General de la República (PGR), y súper conocido por el uso excesivo de testigos protegidos, los mismos que ahora con las reservas de ley, han puesto en duda la validez profesional de García Luna, hasta en los Estados Unidos donde se le respeta como super  policía.

La historia de Genaro García Luna, será puntualizada en Nueva York, donde va a declarar y enfrentar los cargos por conspiración para facilitar el tráfico de cocaína a la unión americana, mientras que en México algunos ya están siendo sentenciados y a otros la conciencia los está acabando.

En la tan presumida y de la misma forma criticada lucha frontal calderonista contra el narcotráfico; allá por 2012, un muy sigiloso activo de la violencia en México, pero sobre todo de Tamaulipas, el ciudadano Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss”, había logrado el control de uno de las organizaciones más poderosas del país, asentado en la frontera entre Texas y Tamaulipas, “El Coss”, observaba cómo se derrumbaban unos y otros líderes criminales hasta en que en septiembre de ese año le llegó la hora, ya había sorteado balaceras, traiciones y persecuciones, pero se le acabó el corrido y también es acusado en Estados Unidos por el tráfico de drogas.

En el mismo año 2012, es decir, seis después de que absurdamente Calderón, García Luna y compañía, eligieran enfrentarse a quienes no dimensionaban sus alcances, meses antes de que la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), capturara en Tampico, a Costilla Sánchez; en Nuevo Laredo, “en la mera puntita del elefante”, al otro extremo del municipio portuario, la Armada de México liberó  a 13 personas secuestradas que estaban bajo custodia de 10 presuntos narcotraficantes, ese operativo fue consecuencia de «una denuncia ciudadana”, Nuevo Laredo, fue, es y ha sido uno de los municipios más castigados por la guerra desatada hace más de una década, la ola de violencia sigue siendo tema de conversación, es más, la sociedad está severamente  afectada e inmiscuida; pero los 12 hombres y una mujer que habían sido secuestrados no fue todo lo que encontraron en aquella ocasión las Fuerzas Federales, también como ya se dijo, los 10 presuntos delincuentes y un arsenal que incluia dos tubos lanzagranadas, 17 fusiles de asalto AK-47, 18 granadas, cinco cargas explosivas y 16 500 balas de distintos calibres.

Claro, era Nuevo Laredo una zona de guerra, y mientras García Luna, enfrenta a la justicia güera de aquellos detenidos en la frontera México- Estados Unidos, la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) obtuvo sentencia condenatoria de 332 años de prisión, por los delitos de privación ilegal de la libertad, acopio de armas de fuego y posesión de cartuchos para uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea, en contra de Álvaro “V”, Horacio “G” Y Juan Carlos “M”, por ser penalmente responsables en los delitos ya mencionados, además de imponerles 52 mil 100 días multa.

Álvaro “V” y Horacio “G”, son recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social Número 15 “CPS CHIAPAS”; mientras que Juan Carlos “M”, en el Centro Federal de Readaptación Social Número 9 “NORTE”, con residencia en Ciudad Juárez, Chihuahua.

davidcastellanost@hotmail.com

@dect1608

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