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La soberanía nacional en aguas territoriales del Golfo de México, se ve disminuida con la creciente presencia de embarcaciones rápidas, tripuladas por hombres fuertemente armados y listos para el combate contra las Fuerzas Federales, para robar el oro negro y saquear las plataformas marítimas de Petróleos Mexicanos, sin que el despliegue de personal de la Marina Armada de México logre contener su embestida, causando pérdidas por miles de millones de pesos.

Las autoridades federales les llaman “Piratas” modernos para hacer menos delicado este robo a la nación que con el paso de los años, ha sido más constante. Son los “huachicoleros” de altamar, se trata del otro brazo armado de la delincuencia organizada que gobierna en tierra firme mexicana, son el otro problemita sin control y del que el mismo Director General de PEMEX, Octavio Romero Oropeza, prefiere no hablar o hacer como si un pajarito le hablara, así como Nicolás Maduro.

En los últimos meses se han venido sucediendo numerosos casos de piratería marítima, particularmente en la Sonda de Campeche y costas de Tabasco, del 2016 a la fecha, se incrementó considerablemente la actividad ilícita en aguas territoriales del Golfo de México. La Secretaría de Marina Armada de México, recurrentemente, informa de aseguramientos a embarcaciones y rescates de civiles en operativos y patrullajes en el pacifico mexicano, sin embargo, poco o nada de información circula de sus logros en la salvaguarda nacional de este lado del Atlántico

El lunes 4 de noviembre, la plataforma marítima petrolera Independencia, propiedad de Grupo Carso, del magnate Carlos Slim, fue sorprendida por un grupo armado, inexplicablemente atacaron la infraestructura, tomaron de rehenes a los obreros para despojarlos de sus pertenencias y robar herramientas, equipo de cómputo e incluso, trascendió que hasta petróleo crudo se llevaron.

De estos hechos Octavio Romero Oropeza, intentó evitar el tema el ser entrevistado en el aeropuerto internacional de Tampico “Francisco Javier  Mina”, y dijo no tener más información que la publicada a través de los medios de comunicación, igualmente, se negó a dar cifras de los robos registrados durante el nuevo gobierno federal, tampoco dio un estimado económico de las pérdidas, en concreto, no tuvo capacidad de reacción para informar que han diminuido los atracos a buques cargueros, pesqueros y a las plataformas durante la Cuarta Transformación; que bien que evitó las mentiras Romero Oropeza -su primer apellido me recordó a Carlos Romero Deschamps- que mal que siga todo igual o peor que cuando estábamos tan mal. 

En el saqueo a las plataformas marítimas petroleras exista una poderosa red de delincuentes de cuello blanco involucrados en estos robos a la nación, pues los obreros tamaulipecos consultados al respecto refieren que los “piratas” se roban desde un tornillo, hasta barriles de petróleo y si ocupan, hasta helipuertos sin que nadie en la historia de México haya capturado o desmantelado una sola flota de corsarios fuertemente armados.

Este es el país de los dicharacheros impartiendo clases de historia matutinas, donde la responsabilidad recae simplemente en el pasado sin capacidad de respuesta en tierra o alarmar.  

davidcastellanost@hotmail.com

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Opinión

El puente que une más que caminos

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En política, como en infraestructura, no todo lo que se promete se construye. Por eso, cuando una obra se concluye, cobra sentido hablar de realidades y no de discursos. La reciente inauguración del Puente de la Esperanza, en Altamira, así lo demuestra.

No solo se trata de un distribuidor vial moderno y funcional, sino de un gesto político y social que, en plena Semana Santa, conecta a Tamaulipas con su futuro inmediato: uno donde sí se hacen las cosas.

Con una inversión superior a los 293 millones de pesos, esta construcción no es solamente una vía de tránsito, sino un símbolo: el de un gobierno que decidió terminar lo que otros dejaron a medias, y hacerlo en el momento justo. La temporada vacacional trae consigo miles de turistas, pero también un aumento significativo en el flujo de transporte de carga hacia el Puerto Industrial de Altamira. Este puente, con sus 900 metros de longitud, carriles amplios y bases sólidas, llega a tiempo y con sentido estratégico.

El gobernador Américo Villarreal Anaya no solo cortó un listón; dio paso a una nueva narrativa. Una en la que las buenas noticias no son la excepción, sino la meta. Y es que mientras en otras regiones del país la movilidad colapsa, aquí se habla de inversión, planeación y resultados. El simbolismo no se improvisa: bautizar la obra como La Esperanza tiene peso y contexto.

Acompañado por los alcaldes de Altamira, Madero y Tampico, el mandatario envió un mensaje de unidad regional. En su caminata sobre el puente antes de abrirlo al tránsito vehicular, saludó a familias enteras que lo veían pasar con una mezcla de sorpresa y gratitud. Porque sí, aunque parezca raro, hay veces en que la política sí responde.

La Secretaría de Obras Públicas fue clara: esta obra no es un parche, es una base para el desarrollo. Con altura suficiente para el paso de unidades de carga, este puente reduce tiempos, mejora la seguridad vial y aligera el tránsito pesado. Y eso, en plena Semana Santa, no solo se agradece: se aplaude.

En la intimidad… El evento también fue escenario del banderazo al Operativo Semana Santa 2025, que moviliza a más de 5 mil elementos de 13 dependencias, bajo la expectativa del arribo de 2.3 millones de visitantes al estado. 

Como parte del fortalecimiento de la seguridad, los gobiernos municipales de Altamira, Madero y Tampico entregaron 30 patrullas a la Guardia Estatal, en un gesto que habla de coordinación más allá del discurso. 

El gobernador recordó que Tamaulipas es hoy el estado más seguro de la frontera norte, y la zona conurbada se posiciona como la tercera más segura del país, según cifras del INEGI. 

Además, el secretario de Turismo, Benjamín Hernández Rodríguez, confirmó la instalación de 10 módulos de atención turística, con 537 vehículos, 71 ambulancias, tres embarcaciones y seis helicópteros. Todo esto con una derrama económica prevista de 2 mil 116 millones de pesos.

Hoy, la esperanza tiene forma de puente. Y Tamaulipas, rumbo. 

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Opinión

Rectitud y honradez

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A dos semanas de haber arrancado formalmente la campaña rumbo al histórico proceso electoral judicial del próximo 1° de junio de 2025 —una jornada sin precedentes que permitirá a la ciudadanía elegir Ministros, Magistrados y Jueces Federales—, se comienzan a trazar con mayor nitidez las intenciones, los estilos, y sobre todo, los perfiles que participan en este ejercicio democrático.

Y entre tanto colorido, tanto video viral, y tanta saturación mediática disfrazada de «campañas innovadoras», emerge con serenidad, pero con fuerza, un nombre que representa la esperanza de que no todo está perdido en el aparato de justicia: Gerardo Gustavo Alemán Lara.

Tamaulipeco por nacimiento y convicción, Alemán Lara no necesita montar un espectáculo para que su voz se escuche. No ha salido a cantar, ni a disfrazarse, ni a recitar frases grandilocuentes. Su mejor carta es su historial. A sus 39 años, acumula más de 15 dentro del Poder Judicial, y más de una década como Secretario de Tribunal. Su candidatura para ocupar el cargo de Magistrado Federal en Materias Penal y de Trabajo en Tamaulipas no solo es técnicamente sólida, sino éticamente inspiradora.

Es un jurista con vocación, sí, pero también un formador de generaciones, un pedagogo del derecho que no se conforma con conocer la ley: la enseña, la explica, la humaniza. A través de cápsulas informativas que publica en redes sociales, lejos de la banalidad, se enfoca en transmitir conocimiento útil, con sustancia, con sentido social. No hay promesas vacías en su campaña, sino propuestas claras. No hay show, hay sustancia.

Alemán Lara representa la seriedad en un proceso que por momentos amenaza con trivializarse. En él convergen el rigor técnico, el compromiso ético y la voluntad de seguir sirviendo desde la justicia. En tiempos donde las togas se usan como disfraces de campaña, encontrar a alguien que la honre con decoro es un verdadero acto de esperanza.

Porque como él mismo lo ha dicho: “De un Magistrado no debemos esperar chistes, sino la certeza de que sabrá decir el derecho”. Y eso, en esta contienda, vale oro.

En la intimidad…  La Semana Santa no solo llena las costas tamaulipecas de turistas y sombrillas, también trae consigo un espectáculo natural digno de reverencia: la anidación de la tortuga lora, una de las especies marinas más emblemáticas y tristemente en peligro de extinción.

Durante estos días, el litoral de nuestro estado se convierte en refugio y cuna de vida. Ahí, en la arena caliente, estas tortugas inician su proceso de desove, depositando sus huevos con precisión milenaria. Cada una que llega representa una historia de supervivencia, una esperanza para la biodiversidad marina.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), consciente de la importancia de este fenómeno, ha hecho un llamado enérgico, pero respetuoso, a quienes visitan las playas: actuar con conciencia ecológica. No tocar los nidos, evitar las luces, mantener distancia prudente, y lo más básico: no dejar basura. Cada acción cuenta.

“Cada huevo representa esperanza para la especie”, declaró Karina Lizeth Saldívar Lartigue, titular de la SEDUMA. Y tiene razón. La tortuga lora no es solo un símbolo ambiental, es testimonio viviente de que la naturaleza aún resiste… pero no sola. Necesita de nosotros, y esta Semana Santa es la oportunidad de demostrarlo.

Así que, antes de subir la selfie o levantar el dron, vale la pena detenerse, mirar con respeto a esa madre tortuga que cava su nido y preguntarnos: ¿qué huella quiero dejar yo en esta playa?

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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Opinión

El desaire a Tampico 

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La llegada de la Semana Santa sin Obispo en la Diócesis de Tampico, provocó el enojo en los católicos profundamente dolidos por el abandono espiritual, la indiferencia y el desdén con el que el Vaticano trata a una región que hoy clama por guía, por justicia y por fe.

Han pasado semanas desde la partida del obispo José  Armando Álvarez Cano, y la silla episcopal sigue vacía, acéfala, sin rumbo. Para muchos feligreses, mientras en Roma se toman su tiempo en la diplomacia del incienso y la burocracia eclesiástica, aquí en el sur de Tamaulipas se pudren las raíces mismas de la sociedad con unos índices de violencia ligeramente a la alza en clara muestra de una emergencia espiritual.

La diócesis de Tampico no es una oficina que pueda esperar a que le asignen gerente. Es una iglesia herida, por supuesto, por los escándalos que han manchado el hábito sacerdotal con la podredumbre del abuso.

Herida por una política publica cínica, sinvergüenza, donde la corrupción es regla y no excepción. Herida por un pueblo que ha perdido el miedo a Dios porque ha perdido contacto con Él, porque no hay quien lo pastoree.

La Fe en la zona metropolitana de Tampico, no ocupa de un administrador interino que venga y se vaya. Los feligreses quieren un pastor de tiempo completo, con autoridad moral, con carácter, con vocación de lucha. Un obispo que no tema meter las manos en el fango de esta crisis, que defienda a los inocentes, que denuncie al corrupto, que consuele al fiel, y que reprenda al hipócrita.

El tiempo de la espera ya pasó. ¡La diócesis de Tampico necesita ya un obispo que sea voz de Dios entre tanta oscuridad!

Si bien es cierto que no se vive una crisis de inseguridad como la experimentada entre 2007 y 2014, queda claro que no se puede pastorear con indiferencia desde Roma cuando en Tamaulipas  el rebaño se dispersa entre lobos. ¿O acaso van a seguir permitiendo que la entidad  sea un desierto espiritual mientras se decide entre nombres en una carpeta?

Hoy la crisis está en el ejercicio público, y la Iglesia no puede seguir actuando como si nada pasara; urge la llegada de un obispo con carácter, ya.

En definitiva la iglesia católica en el sur de Tamaulipas es una oveja sin pastor.

En la intimidad…  Es cierto que este vacío espiritual podría verse como una oportunidad para que la comunidad católica de Tampico se una en oración y reflexión, fortaleciendo su fe y cohesión como comunidad.

Además, la presencia de Monseñor Tamez Villarreal como Administrador Apostólico asegura que las actividades diocesanas continúen sin interrupciones significativas, y aunque la estructura eclesiástica se mantiene activa y comprometida con el servicio pastoral, no deja de ser urgente la llegada de un nuevo obispo titular.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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De la irresponsabilidad a la impunidad, crónica de un desastre anunciado

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Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com

El pasado 5 de abril se realizó uno de tantos festivales que tienen lugar en la
Ciudad de México: el AXE Ceremonia, un evento donde las personas se reunían
por una pasión compartida, la música. Sin embargo, en esta ocasión dos personas
perdieron la vida por la indebida colocación de una estructura en una grúa que
terminó colapsando sobre dos personas: Berenice Giles y Miguel Hernández.
Menciono sus nombres porque se suman a la larga lista de personas del ámbito
periodístico que fallecen en el ejercicio de su labor, porque sus familiares merecen
que se haga justicia y caigan los responsables de la irresponsabilidad que terminó
con los sueños de los jóvenes fotógrafos que se encontraban cubriendo un evento
sin siquiera contar con condiciones dignas laboralmente hablando.
Lo sucedido es solo la punta de un iceberg donde todos somos partícipes de que
la irresponsabilidad de paso a la impunidad y estos actos sigan teniendo lugar sin
los cuidados adecuados y explotando áreas verdes para el beneficio de empresas
que no cumplen con los procesos debidos de seguridad y atención. El 5 de abril
dos fotógrafos perdieron la vida, no obstante, el festival siguió como si nada
pasara, el show debía continuar.
El parque bicentenario es un espacio que desde la administración de Enrique
Peña Nieto se ha aprovechado para una gran variedad de eventos, fue
concesionado durante su gestión a Operadora de Proyectos de Entretenimiento
NLP, SA de CV, cuyo dueño de acuerdo a “Mexicanos contra la corrupción y la
impunidad” también está vinculado a la empresa de seguridad privada CAMSA,
misma que ya estuvo ligada a otra tragedia, pues era la encargada de vigilar la
estación de migración de Ciudad Juárez donde alrededor de 40 personas
perdieron la vida por un incendio en 2023.
Una vez ocurrida la tragedia todo mundo se lavó las manos, los comunicados del
festival decían que los fotógrafos recibieron atención médica para ser trasladados
con vida al hospital, versión que posteriormente fue desmentida. Aunque la
concesión le correspondía a la Operadora NLP, esta a su vez cedió la
organización del evento a Grupo ECO. Lo anterior nos deja con la misma pregunta
¿Quién es responsable de lo sucedido? Y tal como ocurre en el resto de
situaciones de México aún no tenemos respuesta.
¿Fue el gobierno por la falta se supervisión de protección civil durante el evento?
Pues aunque se habían realizado procesos de revisión donde no figuraba la
estructura que se desplomó, no hubo personas al pendiente en el momento y la
labor gubernamental no termina sólo con simples recomendaciones. ¿La
responsabilidad la tienen las empresas que por lucrar con este tipo de festivales

se olvidan de los procesos de seguridad? ¿O incluso recae en nosotros como
usuarios que terminamos olvidando que también como consumidores tenemos un
gran impacto, pues sin demanda la oferta de estos eventos no se incrementaría y
tampoco serían exagerados los costos por acudir a los mismos?
Nuevamente, el lamentable suceso nos deja ver mucho más, la impunidad con la
que grandes empresas pueden operar, cambiar de rubro o nombre y seguir con
grandes vínculos que favorezcan su desarrollo. La precarización laboral y la
desigualdad social que llevan a personas a aceptar condiciones infrahumanas de
trabajo con tal de ser partícipes de eventos de esta magnitud.
Tristemente también es un reflejo de la apatía, la superficialidad y el desinterés
social en el que podemos sumirnos, donde se prioriza un concierto masivo y no las
vidas humanas. ¿por qué no se paró el evento ante la tragedia? ¿cómo es que las
y los asistentes siguieron cantando y bailando pese a las pérdidas humanas?
Nuevamente nos encontramos ante una situación donde pareciera que el
entretenimiento pesa más que nuestra propia humanidad.

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