David Castellanos La Federación Mexicana de Fútbol Asociación a través del Sector Amateur, experimentó algo nunca antes visto en toda su historia. El semillero oficial de futbolistas de México, vivió un momento histórico en el que los equipos representativos de Tamaulipas, hicieron el uno, dos y tres, en el Torneo Nacional Sub-11.
Los equipos de Rayados Cd. Victoria, Borreguitos y Correcaminos de Tampico, se convirtieron en los tres mejores de 28 selectivos del país, participaron del 7 al 11 de octubre en la Ciudad de México. Tamaulipas B (Rayados Victoria), y Tamaulipas C (Borreguitos Tampico), fueron los dignos finalistas, los dos mejores; los que se ganaron a pulso el reconocimiento de los participantes; y desde ahora en la categoría 2008 los dos mejores equipos de México, claro no solamente de su estado natal Tamaulipas, sino ahora el uno y dos más gloriosos respectivamente. Correcaminos, también tiene su reconocimiento.
El sector Amateur es la rama oficial de la Femexfut, encargada de promover y desarrollar los torneos encargados para la práctica del balompié en todos lo sectores no propiamente profesionales, pero en las modalidades de Fútbol Soccer: de Playa, fut 7 y Fútbol sala. Conformada por más de 200 mil jugadores, 12 mil equipos, 730 ligas y 248 colegios de árbitros a nivel nacional; siendo aquí donde nace la pasión, y en el torneo que ahora escribió en la categoría Sub-11 los nombres de Ramón Cedillo, campeón; Esteban Alberto González, subcampeón con apenas un año en la formación de futbolistas infantiles, y el experimentado Ricardo Munguía, como el mejor tercer director técnico de México.
El hecho histórico nacional que puso a Tamaulipas en las páginas deportivas de los periódicos en el país, atrajo la atención del mismo gobernador tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien aprovechó la ocasión para felicitar a los tres equipos que representaron la entidad “sorpresa” de México: Felicidades a los equipos de fútbol Rayados de #CdVictoria, Borreguitos y Correcaminos de #Tampico, por coronarse campeones, subcampeones y 3er lugar, respectivamente, en la categoría Sub-11 del torneo que organizó @SectorAmateur con 28 selectivos del país. #OrgulloTamaulipeco
Para muchos la noticia y el tuit del gobernador fue sobrado; quizás tengan razón que es un deporte muy popular en el que existen muchos compadrazgos, pero no pueden hacer menos el logro de tres equipos representados por unos niños que lejos de estar clavados en las consolas de video, sacrifican parte de su infancia para competir en lo deportivo, antes en lo académico y cada semana en sus respectivas ligas en las que sin importar sea sábado o domingo, ellos salen a darlo todo por cumplir su sueño, un sueño en el que particularmente trabajan cada semana en la Liga Universitaria de Tampico, que organizó Mauricio Pimentel, un ex juvenil seleccionado nacional que ahora está como Subdirector de Deportes y Recreación de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) Campus Tampico, liga en la que juegan Borreguitos y Corre; misma en la que los borreguitos dirigidos por el argentino ex futbolista profesional Esteban González, marchan invictos con 18 puntos, dos goles en contra y una diferencia de 53 a favor, superioridad que se notó en el nacional Sub-11, torneo para al que le alcanzó ser finalista, y aunque parece poquito, con menos de 24 meses al frente de la formación infantil y únicamente con dos certámenes nacionales, ya tiene su primer subcampeonato; seguro Esteban y sus dirigidos seguirán esforzándose hasta encontrar el camino al campeonato nacional de su categoría.
A todo esto, bien vale la pena echarle un ojo el twitter del gobernador Cabeza de Vaca, en el que se destaca el logro de Ramón, Esteban, y Munguía; pero también para que vengamos observando lo que Carlos Fernández Altamirano, Director del Instituto del Deporte en Tamaulipas, comenzará a trabajar para que este tipo de noticias y logros sean más seguidas en cada evento que organice el Sector Amateur de la Federación Mexicana de Fútbol. Felicitaciones a todos los niños participantes del nacional, pero en especial a los tamaulipecos de Rayados, Borreguitos y Correcaminos Tampico.
Entre los titulares de la semana, uno de los anuncios que merece especial atención —y que, en otras épocas, habría pasado desapercibido entre la maraña de escándalos— es el reconocimiento financiero otorgado a Tamaulipas por la agencia HR Ratings, que ratificó la calificación HR A+ con Perspectiva Estable al Gobierno estatal. Detrás de ese dato técnico hay un mensaje claro: la administración de Américo Villarreal Anaya ha logrado mantener orden y disciplina en un entorno económico nacional complejo y de presiones constantes.
De acuerdo con el secretario de Finanzas, Jesús Lavín Verástegui, el Estado cerró 2024 con un superávit financiero equivalente al 2% de los ingresos totales, gastando menos de lo que ingresó. El dato no es menor. En un país donde la deuda subnacional suele ser sinónimo de improvisación, Tamaulipas logró reducir su pasivo circulante de 16.1% a 12.6%, y al mismo tiempo incrementar sus ingresos disponibles en 7% respecto al año anterior.
Estas cifras no solo reflejan un manejo responsable del dinero público, sino también un enfoque más técnico que político. HR Ratings destacó la estabilidad en la administración de la deuda y la consistencia de las políticas fiscales aplicadas, incluso frente al aumento de inversión en infraestructura que se prevé para los próximos años. El mensaje es claro: las finanzas tamaulipecas están en equilibrio y con rumbo firme.
A esto se suma el respaldo de otras agencias como Moody’s Local México, Fitch Ratings y PCR Verum, que en sus más recientes evaluaciones también colocaron a Tamaulipas en una posición de solidez financiera y credibilidad institucional. Si algo ha distinguido a este gobierno —al menos en materia presupuestal— es su apuesta por la sostenibilidad a largo plazo y la transparencia operativa.
En un contexto donde los estados compiten no solo por atraer inversión sino por sostener la confianza de los mercados y los ciudadanos, la ratificación de HR Ratings es una bocanada de certidumbre. Representa la continuidad de un modelo que entiende que la gobernabilidad también se construye con estabilidad económica.
En la intimidad… Mientras los indicadores financieros lucen estables, en el sur de Tamaulipas el ánimo ciudadano se mantiene en tensión. Las autoridades advirtieron que el nivel del río Pánuco podría alcanzar su punto más crítico este sábado, encendiendo las alarmas en las comunidades asentadas a lo largo de su ribera.
El secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga Álvarez, informó que el incremento del caudal será lento y progresivo, lo que reduce el riesgo de una crecida súbita, pero obliga a un monitoreo permanente. “Afortunadamente, no será súbito, pero sí constante”, puntualizó.
Por su parte, Luis Gerardo González de la Fuente, coordinador estatal de Protección Civil, recomendó a los habitantes preparar una maleta de emergencia con documentos, medicamentos y artículos esenciales. La Capitanía del Puerto de Tampico analiza además suspender el paso de embarcaciones menores, que diariamente trasladan a unas 17 mil personas entre Veracruz y Tamaulipas.
El Consejo Municipal de Protección Ciudadana y autoridades militares mantienen vigilancia continua en los márgenes del río. Las próximas 72 horas serán decisivas para determinar si se activan protocolos de evacuación o restricciones en la actividad fluvial.
La estabilidad financiera puede presumirse en los despachos; la estabilidad emocional, en cambio, depende del cauce del Pánuco. Y esa, por ahora, sigue siendo incierta.
En Tamaulipas se acabaron las medias tintas. La fotografía reciente que nos regala el Complejo Estatal de Seguridad Pública es más que simbólica: es la muestra clara de que hoy, los tres poderes del estado —Ejecutivo, Legislativo y Judicial— están alineados, comprometidos y actuando bajo un mismo propósito: restablecer y preservar el orden en una tierra que, por años, sufrió el flagelo de la criminalidad.
Con el banderazo de salida a 14 vehículos blindados tipo Mamba y 15 camionetas Ram 2500, el gobernador Américo Villarreal Anaya no solo fortaleció el parque vehicular de la Guardia Estatal; también dejó claro que esta administración ha dejado atrás las simulaciones de los “abrazos y no balazos”, para tomar acciones reales, tangibles y visibles. Los recursos históricos asignados a la Secretaría de Seguridad Pública no son promesa: son equipamiento, patrullas en circulación, agentes operativos, agrupamientos especializados y estrategias que ahora recorren las calles de los 43 municipios.
Esta alineación de los tres poderes no responde a un acuerdo de coyuntura, sino a una conciencia institucional sobre el papel que cada órgano debe jugar en la defensa del estado de derecho. No es gratuito que en la ceremonia estuvieran presentes la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Tania Contreras López, y la presidenta del Congreso local, Eva Reyes González, junto con el fiscal general de Justicia, el general comandante de la 48 Zona Militar y el coordinador de la Guardia Nacional. La imagen es poderosa: el aparato del Estado, completo, no dejando flancos abiertos.
La Guardia Estatal, hoy más equipada y respaldada, opera bajo principios de profesionalismo y respeto a los derechos humanos.
A mitad del camino, Tamaulipas muestra signos de recuperación en materia de seguridad. Los eventos masivos, antes impensables en ciertos municipios, se celebran con tranquilidad. El miedo, que por años condicionó la vida cotidiana, empieza a ser sustituido por confianza, y claro, es también porque no se jugó a la politiquería, lo que dejaron arreglado los del pasado, lo han cuidado y fortalecido los del presente.
Este momento representa un punto de inflexión: ya no hay excusas. Con la alineación institucional y los recursos disponibles, la sociedad espera resultados. Ya no se trata de quién tiene la culpa, sino de quién hace el trabajo.
En la intimidad… La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) reafirma su compromiso con la formación integral al ampliar su programa de movilidad académica, brindando oportunidades de desarrollo tanto en el país como en el extranjero. La convocatoria de la Universidad de Burgos, en España, y la de EAFIT en Colombia, abren caminos para que estudiantes tamaulipecos enriquezcan su experiencia universitaria en escenarios globales.
A ello se suma la opción de movilidad virtual con universidades de América Latina y el Caribe, así como los convenios nacionales con instituciones como la Universidad de Guadalajara, la Autónoma de Querétaro o la UANL.
Los programas también se extienden al nivel de posgrado, fortaleciendo la colaboración científica y profesional entre instituciones. Las fechas límite de registro para estos programas van del 15 al 31 de octubre.
En Tamaulipas, el desarrollo académico y la seguridad caminan de la mano hacia un mejor futuro.
En un acto que reafirma el enfoque social del actual gobierno, el gobernador Américo Villarreal Anaya encabezó este fin de semana la entrega de tarjetas del programa Pensión Mujeres Bienestar a dos mil mujeres reunidas en el corazón de Tamaulipas.
El jefe del ejecutivo destacó la visión humanista de la presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, a quien atribuyó el reconocimiento a las mujeres que, por generaciones, han sostenido a sus familias y contribuido a fortalecer los valores de la sociedad. Villarreal Anaya señaló que el apoyo representa una muestra de justicia y gratitud hacia quienes han dedicado su vida al cuidado y la formación de nuevas generaciones.
El gobernador subrayó que, gracias al fortalecimiento de los programas sociales, en los últimos dos años Tamaulipas logró una disminución histórica en los índices de pobreza extrema. “En una sociedad que formamos todos, no podemos permitir que existan tamaulipecas o tamaulipecos viviendo en esa condición. Tenemos que ayudarlos a salir adelante”, expresó.
El programa beneficiará a 93 mil mujeres de entre 60 y 64 años en las ocho regiones del estado. De ellas, 34 mil ya reciben el recurso de tres mil pesos bimestrales. Añadió que la suma total de apoyos sociales destinados a Tamaulipas en 2025 alcanza una derrama de 22 mil 582 millones de pesos, distribuidos a través de más de 20 programas federales.
La gratitud al respaldo de la presidenta Sheinbaum, se manifestó con aplausos prolongados, urras, porras y vitoreos en su nombre, además, las mujeres beneficiadas destacaron que este tipo de acciones brindan estabilidad y reconocimiento a quienes durante años contribuyeron al desarrollo del país.
Con este programa, el gobierno federal busca no solo brindar apoyo económico, sino también fortalecer la presencia del Estado en las comunidades, donde históricamente las mujeres han sido el pilar del bienestar familiar.
En la intimidad… Por otro lado en los pasillos de la seguridad pública y la educación superior se comenta que la Universidad de Seguridad y Justicia de Tamaulipas, campus Altamira, parece haber perdido rumbo. El nuevo rector, con honores académicos y título de doctorado, no logra dar resultados visibles ni impulsar la expansión de la institución, a pesar de contar con terreno aprobado por el Congreso del Estado y respaldo municipal.
El personal docente y administrativo que se veia con ganas de emigrar a la ciudad de Altamira, y los radicados en otros departamentos en Ciudad Victoria, aseguran que el ambiente laboral se ha deteriorado bajo la naciente gestión de Willy Zuñiga. Las quejas internas apuntan a un estilo de mando soberbio y distante, impropio de quien debe liderar una institución enfocada en la disciplina y la formación profesional en materia de seguridad.
Todo indica que el proyecto, concebido por el gobierno del estado ha sido relegado por diferencias personales y falta de compromiso institucional.
El nuevo rector parece carecer de la capacidad para sostener una visión integral y de largo alcance. En la comunidad universitaria crece la percepción de que su lugar está lejos de Tamaulipas, quizás más cerca del Altiplano, pero para nada cercano a la entidad, un estado que busca consolidarse como referente en la formación policial y de justicia en el noreste mexicano.
El Premio Nobel de la Paz 2025 ha sido otorgado a María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”. Machado, de 58 años, es fundadora de organizaciones civiles, opositora histórica al régimen de Nicolás Maduro, ha sido inhabilitada políticamente, vive bajo amenazas, y en el último año ha tenido que resguardarse en una especie de clandestinidad interna, debido al hostigamiento político y la represión. Que Machado reciba este Nobel no es simplemente un reconocimiento personal. Es un símbolo de resistencia. En un contexto donde voces ciudadanas han sido sistemáticamente silenciadas, perseguidas o deslegitimadas, ella ha mantenido la convicción de que la democracia, la libertad electoral, los derechos humanos y la transparencia no son ideales decorativos, sino derechos esenciales que deben ser defendidos incluso bajo riesgo. El Comité Noruego lo reconoció: Machado “nunca ha vacilado en resistir la militarización de la sociedad venezolana” y ha permanecido firme en el apoyo a una transición pacífica. En Venezuela, donde se vive una crisis política, institucional, económica y humanitaria, ese reconocimiento tiene un doble peso: alivia el aislamiento; da visibilidad internacional; le otorga algo de protección simbólica; galvaniza esperanzas. Pero también recuerda que la lucha aún no termina, y que la dignidad se construye con acciones cotidianas de resistencia, solidaridad y compromiso colectivo. Así como Venezuela vive una urgencia democrática que exige solidaridad internacional, México hoy vive su propio contexto crítico: una urgencia humana frente al desastre, que no necesita galardones para conmover y movilizar. Desde hace unos días, fuertes lluvias han azotado múltiples estados del centro y sureste del país, produciendo inundaciones, deslaves y derrumbes; al momento, se reportan más de 23 personas muertas y miles de viviendas afectadas. Estados como Hidalgo, Puebla, Veracruz, Querétaro, San Luis Potosí y Guerrero, entre otros, sufren daños severos en infraestructura, cortes de luz, comunidades incomunicadas, pérdidas de cultivos, escuelas y hospitales afectados. Estas tragedias no solo conmueven; exigen empatía activa. No hace falta un galardón internacional para entender que el dolor de una familia lo es de todos; que los daños materiales son una herida colectiva; que la emergencia llama a la acción comunitaria. Ayudar no es solo donar víveres ni aportar lo que se pueda; es reconocer al otro como semejante, es acompañar en el desastre, exigir respuestas
efectivas del Estado, preparar redes de apoyo vecinales, solidarizarse ahora para amortiguar el golpe del mañana. En medio de la incertidumbre que se ha cimbrado en las Entidades del país, María Corina Machado nos recuerda que la resistencia no empieza ni termina en los discursos: se teje día a día, con coraje y con unidad. Esa misma fuerza la tenemos aquí, ante las inundaciones, ante lo que se siente “impredecible”. Nosotros también podemos ser símbolo de dignidad: al tender la mano, al compartir lo que tenemos, al organizarnos para rescatar, limpiar, reconstruir. Sin embargo la resiliencia también viene de la resistencia que en medio de situaciones inesperadas nos hace ver la necesidad de la prevención, no como un arte adivinatorio, pero sí desde la exigencia del mantenimiento de espacios, que el dinero de nuestros impuestos sea destinado de manera adecuada a la revisión de drenajes, planes de protección civil, cuidado de cuencas, gestión del agua y capacitaciones para actuar inmediatamente ante una contingencia como la que estamos enfrentando donde la fuerza de la naturaleza no se puede medir. Sobrevivir a lo inesperado no significa solo aguantar; significa hacerlo juntos. Porque el peso del desastre se alivia cuando somos comunidad. Cuando cuidamos unos de otros. Que el Nobel a Machado nos sirva de espejo: de valentía, de conciencia, de empatía. Y que el llamado no quede lejos: que se traduzca en brazos abiertos hacia quienes hoy lo pierden todo en estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla. Sobrevivir es más sencillo en comunidad; reconstruirlo todo, es un poco más esperanzador, cuando no dejamos a nadie atrás.