Ciudad de México.- En el avance de las investigaciones por el asesinato de los israelíes Alon Azulay y BVenjamín Yeshurun, el trabajo coordinado de la Procuraduría capitalina y la Fiscalía General de la República (FGR) estableció que el posible móvil de este fue una ejecución por diferencias con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
De acuerdo a esta investigación, los israelíes tenían
empresas establecidas en los estados de Oaxaca, Puebla, Guanajuato, Querétaro y
en la Ciudad de México.
Aparentemente se usaban estas empresas para blanquear
dinero al CJNG, pero los israelíes intentaron robar o estafar a esta
agrupación, lo que finalmente acabó con su vida.
Una clave importante para determinar esto, fue el rastreo
de los teléfonos celulares de los asesinados y el movimiento de dinero en las
empresas que tenían.