David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Por frenar el flujo migratorio a su país, el presidente Donald Trump, felicitó recientemente al Gobierno de México, descartó la imposición de aranceles, y en el marco de la celebración del 243 Aniversario del Día la Independencia de Estados Unidos, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, y su colega político Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acordaron designar el estado fronterizo de Tamaulipas, como una entidad “no receptora de migrantes”. Sin duda un gesto benefactor al magnate que en busca de su reelección, sostiene al muro y esa economía que es la envidia del mundo, como sus principales banderas rumbo al 2020.
Eran 24, pero quedaron 20 demócratas en la competición partidista por ganarse esa candidatura que el 3 de noviembre del siguiente año, dé la oportunidad de enfrentarse en las urnas al presidente Trump; un asiduo tuitero, que indudablemente ya está celebrando el posicionamiento del gobernador tamaulipeco, y por supuesto, la conducta de López Obrador, por respetar la postura de García Cabeza de Vaca.
Para muchos que no viven en Tamaulipas o en un estado fronterizo, debe ser difícil entender el porqué pactar entre Estado y Federación, esta entidad como un área geográfica mexicana no receptora de migrantes, pero eso no es todo, además acordaron los próximos albergues que implemente la denominada Cuarta Transformación, quedarán fuera de la entidad tamaulipeca, pese a que es el camino más corto entre Centroamérica y los Estados Unidos.
Fue en una reunión sostenida este miércoles en la capital de Tamaulipas, Ciudad Victoria, donde los representantes de García Cabeza de Vaca y López Obrador, respectivamente, decidieron dicha postura aparentemente contraria a la política migratoria mundial; aunque se diga que los migrantes puedan generar cierta riqueza en su paso por estas tierras, el presupuesto del estado ya está rebasado para poder otorgar una calidad de vida digna a sus pobladores, que no obstante, su infraestructura de salud, educativa, deportiva y económica sostiene una población considerable de San Luis Potosí y Veracruz. Eso sin tomar en cuenta que la inseguridad a la que se exponen los ilegales en su paso por los 43 municipios que visten engalanados la Cuera Tamaulipeca.
Tan solo en el primer semestre de este año, la Policía Estatal “Fuerza Tamaulipas”, interceptó a 270 migrantes, esto sin contar a los indocumentados que haya asegurado las Fuerzas Federales, pues estas cifras las tiene bajo su poder el Instituto Nacional de Migración (INM), que históricamente poco informa de sus operativos.
Entonces, las autoridades del gobierno del estado y del gobierno federal entre los acuerdos definidos, está su intención de frenar y atender el fenómeno migratorio, también colaborarán en la implementación de campañas de denuncia ciudadana y para la acreditación de identidad, así como facilitar la relación de Casas de Atención al Migrante, que actualmente operan en Tamaulipas y mantener la comunicación permanente con el Instituto Nacional de Migración.
Si bien es verdad que los policías estatales, hoy tienen un nuevo rostro, porque al identificar a migrantes los entregan a las autoridades migratorias, y no a los grupos delictivos como sucedió en antaño, el General de División Diplomado de Estado Mayor, Pedro Lohmann Iturburu, fue designado como Coordinador del Programa de Migración en Tamaulipas.
Con esta reunión, con estos pactos y posicionamientos si se efectúan a cabalidad, lejos de vislumbrarse un camino desastroso y mortal, parece que la crisis migratoria tomará un mejor camino, al menos evitando esta tierra llamada Tamaulipas, un gran rinconcito de México; claro por el bien de todos.
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