A un año del triunfo presidencial se supo gracias al Comandante Supremo que la austeridad republicana de la que tanto nos hablan los funcionarios federales de la llamada Cuarta Transformación, ahorró hasta 113 millones de pesos en diversos rubros. Pero no todo ha sido color de rosa en estos siete meses de administración.
A un año de la grandiosa e histórica victoria electoral del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se presumieron algunos puntos específicos y medulares del nuevo Gobierno de la República, entre los que se destaca la famosa austeridad republicana, así como la declaración patrimonial de todos de los secretarios.
Sin duda alguna este primero de julio es y será un día de fiesta para la política de izquierda y para todos los que votaron por el líder y fundador de Morena, que a decir verdad, deseo que el día de mañana sea un gran festejo nacional, porque significaría que México en verdad está mejor con Obrador.
Pero desafortunadamente las licitaciones que fueron durante años un talón de Aquiles para la pasada administración tricolor, por cierto señalada de manejarse en colosales niveles de corrupción, en el presente periodo presidencial, ese cáncer sigue vigente y el proceder de los funcionarios 4T deja mucho de qué hablar, tanto que en los Hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Tamaulipas, dicen los trabajadores que han conocido las licitaciones más prostituidas de los últimos tiempos.
El problema de todo esto es que el espíritu de la licitaciones es contratar el mejor servicio, al mejor precio y es que están enfocados en contratar lo más barato sin importar la calidad; por eso en el Seguro Social, en los últimos meses han estado comprando jabones, jeringas y demás equipo de curación que poco o nada sirve para mejorar la salud del derechohabiente.
El por qué, es simple, pues no siempre lo más barato es lo mejor, y sobre todo cuando nos referimos a las normas de calidad para la salud, en este rubro ni se diga la importancia de invertir en productos de calidad aunque el precio resulte elevado; quién más que la ciencia médica desembolsa grandes cantidades de dinero para alcanzar sus objetivos, por consiguiente los productos resultan caros, pero lo peor es que las licitaciones las han prostituido.
Según trabajadores del IMSS en Tamaulipas, señalan que el Dr. Pedro Luis Ramírez Perales, Secretario General de la Sección 10 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), al mismo representante del lopezobradorismo José Ramón Gómez Leal, y al Dr. Fernando López Gómez, de haber metido mano en la licitación que involucra los aparatos y reactivos para los análisis de laboratorio, dicen que fue tanta la avaricia, al grado que desde este lunes primero de julio -día de fiesta transformadora- no hay servicio de laboratorio ni análisis clínicos en los hospitales del IMSS en Tamaulipas, convirtiéndose en un grave problema de logística en toda la entidad, pues la empresa que antes tenía la licitación ya se llevó todo su material de trabajo, y ahora no hay equipos, peor aún, cuando lleguen deberán invertir tiempo para capacitar al personal pues obviamente es una nueva tecnología, con nuevo software y mejores dividendos para unos cuantos de alto nivel. Así Tamaulipas, a un año de aquel primero de julio de 2018.
“Y por lo mientras”, diría mi abuela; durante los siguientes días no habrá estudios de laboratorio, ¿Quién es el responsable de todo esto? ¿El delegado del IMSS en Tamaulipas? ¿El Secretario General del Sindicato que solo vela por sus intereses$? o ¿el guapo y flamante delegado JR que no supervisa el trabajo?
Tiri ririn, tiri ririn… un misterio sin resolver.