La iglesia de
San Nicolás de Bari en Córdoba, Veracruz, fue saqueada por ladrones que ingresaron
por una de las ventanas del templo, lográndose llevar las limosnas.
Juan José Mexicano González, sacerdote de la parroquia, acusó
que se percataron del robo cuando intentaban abrir el templo por la mañana.
Agregó que no había sido robado lo más valioso que tiene la iglesia, que es el
Santísimo Sacramento, pero si habían quebrado uno de los vitrales que
resguardaba la reliquia y se habían intentado llevar imágenes religiosas.
El sacerdote lamentó que la inseguridad ya alcanzara
a los religiosos y declaró que no haría denuncia del robo ya que considera que los
procesos legales que se llevan a cabo en la Fiscalía «son muy largos y
nunca se resuelven».
Fuente: Excélsior