Los taxistas denuncian medidas insuficientes y una
competencia injusta, por lo que se reunieron en la Plaza de la Constitución,
calificado su manifestación como un acto de resistencia, solicitando al
presidente Andrés Manuel López Obrador que no permita que las aplicaciones Uber
y Didi continúen acabando con su oficio.
Indican que la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de
México del 2012 al 2018 heredó al actual gobierno un registro de 26 mil
vehículos de aplicaciones extranjeras.
Acusaron que el gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum es
una administración neoliberal ya que en los últimos tres meses entregaron más
de 100 mil permisos de Beat Buzzy entre otras empresas extranjeras.
Reclamaron que las medidas de regulación no son las mismas para ellos y para el transporte privado, resaltando que ellos tienen que pagar trámites mientras que los choferes de las aplicaciones no.