Opinión

La mujer en la playa

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Había muertos por donde sea, balaceras por todos lados. Las personas eran ejecutadas, extorsionadas, raptadas a todas horas del día; el miedo y la sanguinaria violencia era tan cotidiana que hasta los borrachitos que se quedaban dormidos en la calle eran reportados como personas acribilladas. Todo era una locura, era el noreste caliente.

Todo comenzó en abril de 2007, me atrevería a citar la fecha exacta al menos que el cronista de la ciudad me corrigiera; fue un viernes 6, eran las primeras horas de aquel día en el naciente sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, cuando los cuerpos de cinco hombres fueron encontrados en los municipios de Altamira, Madero y Tampico, en la famosa y opulenta zona metropolitana del sur de Tamaulipas. Desde entonces hablar de la delincuencia organizada era cosa seria.

Los cadáveres de los hombres presentaban marcas de tortura, tenían el tiro de gracia, habían sido esposados con las manos hacia la espalda, estaban vendados de los ojos, tenían sangre fresca, es más, estaban en charcos de sangre; los acribillaron, les finalizaron la vida.

En Tampico, los cadáveres fueron hallados en la Av. Regiomontana esquina con Av. Hidalgo, y otro en las calles 20 de Noviembre y Reforma; un ejecutado más fue encontrado en la Col. Obrera en la intersección de las calles Río Verde y Santander, el cuarto de ese día sangriento entre las Av. Monterrey y Primero de Mayo, ambos sitios pertenecientes a Cd. Madero; mientras que el quinto elemento con el tiro de gracia fue localizado sobre el boulevard Allende en pleno centro de la ciudad de Altamira. A todos ellos les cortaron la vida, a Tampico y su zona metropolitana le cambiaron su rutina y desde entonces las calles fueron ríos de sangre.

Entonces los medios de medios de comunicación fueron silenciados poco a poco, los ciudadanos tamaulipecos estaban metidos hasta las manitas, antes de esto ser parte de “la compañía”, era un alarde cotidiano, ni en los operativos de alcoholemia dejaban ganar pues todo aquel que venía bajo los influjos del alcohol para evitar la infracción le decía a los oficiales: “soy de la compañía” y los que no, llamaban a quien realmente era del cártel para pedir la atención y que los operativos de tránsito y vialidad no les quitaran el coche, todo era un desorden, tanto, que fue hasta el 21 de agosto de 2014 que la sociedad organizada, empresarios y uno que otro gobernante participó en los inicios de operaciones del Observatorio Ciudadano Tampico-Madero-Altamira (OBCTAM); Tamaulipas era el estado con más secuestros de todo México; pensar en seguridad, justicia y legalidad era casi imposible, pero esa es otra historia, los integrantes se habían fijado metas ambiciosas: “hacer de Tampico una zona con cero secuestros, cero extorsiones, cero balaceras, cero ejecutados” y están por conseguirlo.

A la fecha según la estadística del INEGI, la zona sur de Tamaulipas, es la segunda con mejor percepción de seguridad del país, hoy le corresponde al reynosense gobernador Cabeza de Vaca, colocarle esa medalla, pero es y ha sido una labor en la que concursan  muchas personas por el bien de todos. De aquellas metas trazadas el Observatorio Nacional Ciudadano, a la fecha tiene a Tampico, Madero y Altamira por debajo de la media estatal y nacional en delitos de alto impacto.
Frente a este panorama, los rumores siempre serán nocivos porque no abonan en nada. A esos se refieren los integrantes del Observatorio Ciudadano Tampico, Altamira, Madero.

Rumores como el que este lunes se empezó a tejer respecto a la aparición en Playa Miramar del cuerpo sin vida de una mujer de alrededor de 33 años, de 1.55 de estatura y tez blanca.

Según las primeras informaciones falleció de asfixia por inmersión, coloquialmente conocido como ahogamiento. Ella estaba en un traje de baño verde. No tiene huellas de violencia. 

La sociedad saca conjeturas o lanza interrogantes y empieza tejer versiones: qué si la chica fue asesinada; qué si tiene claras muestras de tortura o violencia física; qué si su cuerpo fue arrastrado por el agua  a través de algún río, desde algún otro municipio.

Maxime porque no hay reporte de persona desaparecida o extraviada en balnearios ni zonas recreativas de cuerpos de agua.

Y hasta que pudiera tratarse de un caso de feminicidio en Tampico y la zona conurbada poniendo en duda los avances en materia de seguridad y en el cambio prometido.

Veremos qué realmente sucedió. Que haya la apertura de las autoridades para combatir la rumorología y las mil versiones que cada uno pudiera tener.

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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