Desde que Claudia Sheinbaum fue elegida como coordinadora
de organización de Morena en la Ciudad de México, el actual Senador Ricardo
Monreal Ávila, ya no fue “útil” para el partido fundado junto a su líder moral,
Andrés Manuel López Obrador. Yeidckol Citlali Polevnsky, se lo sigue
restregando mientras que Sheinbaum, fue ungida candidata y luego jefa política
de la CDMX.
El conflicto no es nada nuevo, incluso el zacatecano
experto en comer ____ sin hacer gestos, desde antes de que iniciara la gestión
del nuevo Gobierno Federal, ya alimentaba el “run, run”, de que si el
presidente quería que Monreal Ávila, dejara de ser el Coordinador del Senado,
lo dejaría de ser, “la piedrita en el zapato”, le decían desde entonces,
incluso antes de la campaña.
Los jaloneos entre la dirigencia nacional de Morena y el
ahora Coordinador en el Senado, fueron tales que complicaron la elección de
candidatos para la primeras elecciones locales de Morena ya como partido
dominante del trono presidencial, incluso en entidades como Tamaulipas, la
Comisión de Elecciones tuvo que tumbar a los cuadros ya asignados como
prospectos, pero eso no lo fue todo, recientemente Ricardo Monreal, aseveró que
“está dedicando todo su tiempo a las tareas del Congreso”, y no solo eso, dijo
además que no opinará, ni se relacionará con asuntos partidistas ¡el fin del
mundo!
Llevo días sin poder dormir tratando de entender a
Ricardo Monreal, pues esa decisión seguramente no fue nada fácil, y menos para
una persona como él, de amplia trayectoria; ya sé que usted va a decir que no
le cree nada, por eso mismo, en caso de que no le crea, puedo asegurar que
tampoco debió ser nada grato expresarlo, menos para un animal político de su
tamaño; aunque no niego que trato de imaginar qué puede estar pensando el gobernador
panista de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a quien se
enfrentó cara a cara el ex jefe delegacional y a quien ofendió en plena campaña
presidencial, incluso Ricardo Monreal, que es un experto kamikaze político, se
jactó de decir que lo iba a desterrrar de Tamaulipas, que él personalmente
vigilaría al primer panista en gobernar estas tierras fronterizas, y que desde
la Cuarta Transformación, se haría responsable de la política electorera para
el proceso 2018-2019, en el que se disputan 43 municipios y 32 diputaciones
locales.
De aquel Ricardo Monreal, nada queda, mientras Cabeza de
Vaca, recientemente negoció con el presidente López Obrador entre otras
cosas, un mejor bienestar para Tamaulipas… que así sea.
davidcastellanost@hotmail.com