Cuando una invasión de mestizos sudamericanos invade Estados Unidos como una epidemia que amenaza con destruir el nacionalismo gringo, un afroamericano conocido como “el bendito” se convirtió sorpresivamente en el presidente norteamericano encargado de orquestar la más grande estrategia xenofóbica del mundo para impedir la invasión de su país.
La más pura política racista y proteccionista de todo el mundo en pleno Siglo XXI, fue orquestada por “El bendito”, un niño de raíces africanas que llegó al país de las barras y las estrellas luego de que su familia fue perseguida por unos migrantes sudamericanos que habían conquistado el continente negro. Sobreviviente de la invasión y tras haber escapado de su país natal, “EL bendito”, creció y se formó en Texas, en el año 2008 se proclamó ganador de manera arrolladora de las elecciones en Estados Unidos a pesar de ser un político poco conocido.
Siempre vivió temeroso de que los invasores llegaran a su país y volviera a perderlo todo como le sucedió de niño, “el bendito” cerró y gobernó en contra de las políticas modernas en favor de los Derechos Humanos Internacionales, la única manera en que pudo mantener la estabilidad fue gracias a unos de sus principales asesores, un ex colaborador de la Organización de las Naciones Unidas, y orquestaron un atentado contra su nación, el más grande acto terrorista por el cual responsabilizaron a los paramilitares islámicos, al mismo tiempo que sembraron el terror en México con una guerra narca en ese país vecino, impidiendo siguiera funcionando como la gran puerta de entrada a su país para los invasores hispanohablantes.
Al paso de los años “el bendito”, debió hacerse a un lado del poder gringo; el nuevo orden mundial y la porosidad de sus fronteras no soportaron el ingreso de los invasores, poco a poco llegaron más y más, las colonias sudamericanas crecieron en su país y aunque fue el gobernante que más atacó a los inmigrantes de centro y Sudamérica, tuvo que contratar los servicios de la elite exterminadora escocesa entrenada en Alemania, con lo que impidió el ingreso de los invasores sin verse como responsable, sus xenofóbicos aliados exterminadores, terminaron por convencer al presidente mexicano de recibir a todos los invasores repatriados, “por humanidad”, fueron depositados en la frontera mexicana, no importó si quedaron abandonados en la peligrosísima región de Tamaulipas, o del otro extremo de México en Tijuana donde los homicidios aumentaron durante décadas.
La gran estrategia de “El bendito”, iniciada el 9/11 frenó una de las grandes invasiones de las personas no gratas para sus patriotas y a la par finalizó la histórica guerra narca que él mismo sembró en México; también la descontrolada invasión sudamericana a los Estados Unidos, paradójicamente llegó a su fin cuando sus tribunales enjuiciaron a “El topo”, un narcotraficante mexicano tan importante e influyente que compró presidentes mexicanos y traspasó con sus estupefacientes las fronteras de todo el mundo; “el Topo”, fue un humilde campesino que luego de encumbrase durante décadas, heredó su ciudad natal y su territorio al gran mesías mexicano.
La historia de “El topo”, es el primer spinoff, de la guerra narca, “el bendito” y “el mesías” mexicano.
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